Amadas hermanas y amigas, queridas lectoras, hoy veremos la segunda parte de nuestro estudio sobre la mujer prudente. Te invito a orar un momento y pedir a Dios que nos haga una mujer prudente, hermosa por dentro y pro fuera, aunque nos sea difícil en este tiempo, podemos hacerlo y podemos lograrlo. Con fe, con organización, con humildad y obediencia. Seamos obediente y o demás dejémoslo a Dios. El lo hará. Tengamos fe, en el Nombre de Jesús, Oh Señor ayúdame, ayúdanos a ser prudentes.
La Prudencia es una Disciplina.
Iniciemos nuestro estudio:
Por definición la prudencia es una virtud que permite a la persona vivir según la verdad y el bien que se sigue de actuar de acuerdo a la realidad. La persona prudente es la que se ha habituado a hacer las cosas según la realidad. Podríamos decir que es un sinónimo de sensatez, sentido común o buen sentido para actuar.Aug 10, 2020
Por definición la prudencia es una virtud que permite a la persona vivir según la verdad y el bien que se sigue de actuar de acuerdo a la realidad. La persona prudente es la que se ha habituado a hacer las cosas según la realidad. Podríamos decir que es un sinónimo de sensatez, sentido común o buen sentido para actuar. Por esa razón está formada por tres elementos fundamentales: los principios, el discernimiento y el imperio de la voluntad.
Sin principios verdaderos y buenos es imposible actuar según la realidad. Sin un discernimiento que nos oriente en la situación concreta que está ante nosotros, los principios se quedan en declaraciones líricas y vagas de una bondad más deseada que real. Con las dos cosas anteriores pero sin el imperio de la voluntad para llevarlas a cabo, todo se queda en un mero deseo infecundo que termina por volvernos cínicos y desesperanzados de poder actuar el bien en nuestras vidas.
La Prudencia Aplicada al Matrimonio
Aplicada la prudencia a la realidad del matrimonio, podemos decir que más allá de los fundamentos de hacer el bien y evitar el mal, ser solidario con el prójimo y cuidar la vida en líneas generales, los principios específicos del matrimonio son: la unidad, la indisolubilidad, la fidelidad y la fecundidad.
El principio de la unidad es la base de todos los demás. El amor humano nace y crece sólo en la unidad de los cónyuges, fuera de esta tan especial unión y amistad de dos personas distintas que se dan una a la otra de forma recíproca y complementaria, el amor, específicamente el amor sexual, desaparece porque pierde su esencia de virtud y se hace falso, tóxico y posesivo. Para discernir si un matrimonio está viviendo la unidad que su realidad exige cabría preguntarnos:
Prudencia con el Conyuge
¿Conozco bien a mi cónyuge? ¿Sé lo que le gusta y lo que le molesta? ¿Qué gustos o aficiones comparto con él? ¿Estoy dispuesto a renunciar a algunos de mis gustos individuales por mi cónyuge? ¿Veo el mundo desde sus ojos y lo comprendo? ¿Estoy de su lado? ¿Busco lo mejor para los dos? ¿Cuido a mi cónyuge? ¿Me importa lo que siente, piensa y hace? ¿Respeto su libertad y confío en mi cónyuge?
La indisolubilidad es la forma de la unidad, sin creer en una unidad indisoluble no hay forma de mantener el amor conyugal ni se le hace justicia a la dignidad de la persona. El discernimiento sobre la indisolubilidad se puede expresar en algunas preguntas:
¿Estoy dispuesto a cumplir mis promesas matrimoniales? ¿Medito sobre ellas con frecuencia? ¿Cuido la exclusividad de mi entrega? ¿Soy consciente de las cosas que pueden afectar la indisolubilidad de mi matrimonio?
La fidelidad es el tercer principio. Se trata del cumplimiento activo de los compromisos. Lamentablemente es frecuente ver que se insiste mucho más en el lado pasivo de la fidelidad. Se cree que basta con no traicionar, cuando en realidad, no ser responsable con el otro, no buscar su bien, no hacer lo que me toca en la relación son ya formas de traicionar la fidelidad.
Algunas preguntas de discernimiento, evaluacion personal y reflexion: ¿Cuáles son mis compromisos? ¿Qué deberes se siguen de ellos? ¿Ayudo y comparto las cargas con mi cónyuge o lo dejo solo? ¿Busco ocasiones para que mi cónyuge se alegre? ¿Estoy atento a mi cónyuge?
Luego de orar te invito a leer algunas citas Bíblicas sobre la Prudencia.
- En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente. Proverbios 10:19
- La casa y las riquezas son herencia de los padres. Mas de Jehová la mujer prudente. Proverbios 19:14
- El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente. Proverbios 15:5
- Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Mateo 7:24
- El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño. Proverbios 27:12
- ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos. Oseas 14:9
- Proverbios 31:10-12 Mujer virtuosa, ¿Quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.
- Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;
- El que cierra sus labios es entendido. Proverbios 17:28
- Ciertamente la soberbia concebirá contienda; Mas con los avisados está la sabiduría. Proverbios 13:10
- Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 1 Pedro 4:
- 1 Timoteo 3:11 - Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
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