Amadas hermanas y amigas, queridas lectoras. La Gracia de Dios sobre nuestras vidas. Iniciando este año presentamos ansiedades, temores, y ráfagas de las situaciones del año anterior. Pero cuando leo Las Escritura, veo la luz de Cristo para estar en paz y estar bajo control en medio de la presión y ansiedad y en medio de circunstancias adversas.
Estamos a mitad de año, nos sentimos cansadas, agotadas, es hora de orar y bendecirnos retomando fuerzas para finalizar bien este año.
INTRODUCCION
Quiero invitarte a orar y presentar las metas organizadas y los objetivos por orden, organizar tu casa, cada área, decidir estar en obediencia en todo este año. Planificar ser productivas financieramente para tener vidas de calidad pero modesta y suplicar a Dios misericordia y fortaleza para tener la victoria este año y que Dios abra los caminos y nos permita servir con amor, prudencia y clemencia en el ministerio. No dejemos de enseñar y guardar el testimonio.
En nuestro estudio de hoy estaremos publicando sobre las primicias que debemos traer delante de Dios cada año, cada semana y cada mes. Demos al Señor lo mejor y lo que tengamos y oremos que Dios quite los obstáculos para que podamos producir y nos entren las finanzas que necesitamos y producciones que necesitamos y demos lo mejor para el Señor.
CONTENIDO
Veamos el término primicias se refería a la selección de los mejores frutos de la primera cosecha de los Israelitas en el Antiguo Testamento. Esta selección se debía entregar a Dios como ofrenda en ciertas fechas del año. La Biblia habla sobre las primicias en varios contextos porque representaban algo especial y, por lo tanto, era lo más importante de entre todo aquello que el pueblo podía producir o adquirir como fruto de su trabajo.
Las Primicias en el Antiguo Testamento
El Pentateuco contiene varios versículos donde, de manera clara, la ley mosaica establece que las primicias pertenecen a Dios. Como Señor de toda la creación, Dios demandaba que su pueblo presentara las primicias sin demora, como señal de gratitud al Amo de la tierra y quien da la fecundidad a las plantas, animales y seres humanos.
Dios demandaba a su pueblo las primicias en las siguientes áreas:
⦁ Los frutos de la tierra (Éx 23:19; 34:22; 34:26; Dt 26:10).
⦁ Alimentos como espigas, granos, harinas, pan (Lv 2:12, 14; 23:17, 20; Nm 18:12).
⦁ Animales y sus derivados como la lana de las ovejas (Gn 4:4; Dt 12:6; 14:23; 18:4; Éx 34:19; Lv 27:26).
⦁ Personas (Nosotros mismos y nuestros hijos) Cuando los entregamos y consagramos a Dios (Éx 13:2, 13; 22:29; Nm 3:13; 8:17).
En el Pentateuco se establece que había un día para presentar las primicias: «También, el día de los primeros frutos [primicias, RV1960], Cuando ustedes presenten una ofrenda de cereal nuevo al Señor en la fiesta de las semanas, tendrán santa convocación; no harán trabajo servil» (Nm 28:26; cp. Éx 34:22). Esto se comprende mejor al conocer un dato histórico:
«Todos los varones Israelitas tenían que presentarse tres veces al año ante el Santuario para presentar las primicias de la cosecha de cebada (en la fiesta de los Panes sin levadura); del trigo (en la fiesta de las Semanas) y de la vendimia (la fiesta de los Tabernáculos; Éx 23:16, 19; 34:22, 26; Dt 18:4; 26:10; Ez 48:14). La ofrenda de las primicias equivalía a un sacrificio de acción de gracias y de consagración, mediante el que se santificaba una parte de todos los alimentos».[1]
El término primicias también se usaba en el Antiguo Testamento para hablar sobre lo más selecto del botín obtenido luego de una batalla o una guerra (1 S 15:21). (Este parte del tema del botín obtenido de una batalla o una guerra lo podemos ver mas ampliamente en otra oportunidad).
A menudo se asociaban las primicias con el diezmo. Sin embargo, hay muchos textos que hacen una clara distinción entre ambos términos (p. ej., Dt 12:6; 2 Cr 31:12; Neh 12:44).
Hablar del diezmo es importante y he aprendido con los años la importancia de dar nuestro diezmo como ofrenda especial a Nuestro Dios.
Las Primicias en el Nuevo Testamento
Según el testimonio del Nuevo Testamento, las primicias adquieren un nuevo significado y enfoque en la persona de Cristo, quien es el primogénito de toda la creación y reúne en sí mismo las primicias de la obra de la Trinidad en los creyentes.
En el Nuevo Testamento, el término primicias se aplica en lo espiritual a:
⦁ La presencia del Espíritu Santo en el creyente como primicias de la cosecha de la cruz (Ro 8:23).
⦁ Cristo en su resurrección con relación a los creyentes fallecidos (1 Co 15:20,23).
⦁ Los primeros creyentes de una región en relación a sus compatriotas posteriormente convertidos (Ro 16.5; 1 Co 16.15).
⦁ Los creyentes de esta era en relación con todo el conjunto de los redimidos (2 Ts 2:13).[2]
⦁ Las primicias y la iglesia actual
El pueblo de Dios recibió leyes e instrucciones para celebrar siete fiestas cada año, entre las cuales están la fiesta de la Pascua y de las primicias.[3] De acuerdo con el apóstol Pablo, toda fiesta, prescripción y mandamiento ceremonial que era exigido al pueblo del Antiguo Testamento solo era la sombra de lo que habría de venir:
«Por tanto, que nadie se constituya en juez de ustedes con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo, cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo» (Colosenses 2:16-17, cursiva añadida).
Si todo esto solo era sombra de lo que habría de venir, entonces nuestra prioridad debe estar en reconocer que la Pascua para los creyentes no consiste en celebrar una fiesta, sino en reconocer que Cristo es nuestra pascua (1 Co 5:7). Reconocemos que las ofrendas económicas demuestran que nuestro Dios es proveedor y sustentador, pero también debemos enfocarnos en reconocer y vivir conforme a la certeza de que Cristo es las primicias de los que resucitan: «Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron» (1 Co 15:20).
En el Antiguo Testamento aprendemos que las primicias tenían que ver con lo que el pueblo entregaba al Señor. Sin embargo, en el Nuevo Testamento y para los cristianos, las primicias consisten primeramente en lo que Dios entregó por amor para salvación de un pueblo espiritual. Si nosotros damos algo al Señor es porque Él nos lo dio todo primero.
RECOMENDACION
Las invito a hacer una lista de todo lo que tienes y que Dios te ha dado hasta la fecha y presenta este año que estamos iniciando con esa lista y entrega todo al Señor y si puedes llevar una ofrenda a Dios, llévala en humildad y obediencia. Con amor y corazón sincero.
Un ejercicio que hice hace varios años en el 2006 cando estuve certificándome de Mayordomía Financiera y Grupos Pequeños de Finanzas, fue aplicar el principios de entregar todas mis cosas, pertenencias y lo que Dios me había dado al Señor, colocados en una lista.
Luego lo hice en el 2011 y ahora lo volví a hacer. Todo lo que tengo me lo ha dado EL Señor. Le pido que me libre del saltón y revoltón, el devorador de mis finanzas, para que dios obre y lo refrenda y que Dios me devuelva lo que se me ha llevado. Oro que Dios nos ayude a vivir por principios y fe y que nos provea de todo lo necesario con excelencia y nos bendiga en el Nombre de Jesús.
ORACION
Señor, gracias por su provisión y sostén según Su Soberana Voluntad, te entregamos cada área de nuestras vidas como primicias en este año 2024 y te consagro mi vida y renuevo mi contrato de vida para obedecerte en el Nombre de Jesús. Cúbreme Señor en el Nombre de Jesús. Quiero terminar bien mis días con testimonio y dominio propio.
Feliz semana para todas,
Fielmente en Cristo,
Referencias Bibliográficas:
[1] Alfonso Ropero, “Primicias”, Gran diccionario enciclopédico de la Biblia (Barcelona: Editorial Clie, 2013) p. 3376.
[2] E. Vine, “Primicias”, Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo (Nashville, Tennessee: Editorial Caribe, 1999) p. 1416.
[3] Biblia Reina Valera, 1960
[4] Algunas notas de Evelin Calcaño Cepeda, quien suscribe
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