¿Cuál es nuestra “actitud” en tiempos de adversidad?
Amadas hermanas
y amigas, queridas lectoras, La Soberana Gracia de Dios sea con su vidas.
En el día de
hoy quiero compartir con ustedes un breve estudio sobre nuestra actitud de
gratitud, aun en medio de la adversidad.
Quiero animarte mientras oramos que Dios nos de la mejor actitud en
estos tiempos de confusión y adversidad.
Para sacarle el
máximo provecho a este devocional, quiero invitarte a que leas los pasajes a
los que se hacen referencia.
Quiero resaltar
que algunas ideas de este devocional, las he copiado de Ministerios en Contacto con su autorización
y quien suscribe, Evelin Calcaño Cepeda, Escritora y Editora, he agregado algunas ideas y palabras y algunos párrafos con sugerencias para enriquecer el mismo, con el
principal propósito de bendecirles, de que seamos edificadas y que podamos
estar unidas en oración con un mismo espíritu y una buena actitud, aunque estemos
en lugares distanciados. La Gloria sea para El Señor.
Estoy preocupada
por nuestras almas y es mi oración que estemos fielmente apegadas a Dios y a
Jesucristo Nuestro Salvador, centradas en la Palabra.
Como cristianos, tenemos la oportunidad
de experimentar un gozo profundo y duradero. Es una bendición que proviene de
relacionarnos con Cristo y de saber que Él está obrando en cada detalle de
nuestra vida. Pero eso no significa que nuestros días estén libres de
problemas.
Piense en Pedro cuando caminaba sobre
el mar de Galilea azotado por la tormenta (Mt
14.22-33).
14:22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la
barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la
multitud.
14:23 Despedida la multitud, subió al monte a orar
aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
14:24 Y ya la barca estaba en medio del mar,
azotada por las olas; porque el viento era contrario.
14:25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús
vino a ellos andando sobre el mar.
14:26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el
mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.
14:27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
14:28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor,
si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
14:29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las
aguas para ir a Jesús.
14:30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y
comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
14:31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió
de él, y le dijo: ¡Hombre de
poca fe! ¿Por qué dudaste?
14:32 Y cuando ellos subieron en la barca, se
calmó el viento.
14:33 Entonces los que estaban en la barca
vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
La barca de los discípulos había sido
golpeada toda la noche, dejándolos exhaustos y temerosos, pero a pesar de todo,
Pedro tuvo el valor de clamar a su Señor y andar sobre las aguas turbulentas.
Solo cuando apartó la mirada de Cristo, el discípulo comenzó a hundirse. Pero incluso
entonces, el Salvador se negó a abandonar a su amado amigo. Por el contrario,
“se asió de él” y lo rescató.
Lo mismo nos ocurre cuando nos
enfrentamos a la adversidad.
(Véase el Salmo
126).
126:1 Cuando
Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,
Seremos como los que sueñan.
126:2 Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y nuestra lengua de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
126:3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos alegres.
126:4 Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová,
Como los arroyos del Neguev.
126:5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
126:6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Si somos conscientes de la presencia del Señor, podemos expresar nuestra gratitud pase lo que pase, porque Dios nos proveerá un camino para superar el desafío.
PIENSE EN ESTO POR UN
MOMENTO
En oración y con buena actitud.
Las respuestas son entre usted y Dios.
· ¿Cuál es su “actitud” en tiempos de adversidad? Por favor
amada hermana y amiga, no nos quejemos de nada. Aunque estemos pasando la peor
circunstancia.
· ¿Es miedo, enojo o desesperación? Aunque estemos en desesperación,
mantengamos la calma, oremos, mantengamos todo en orden y sigamos en fe hacia
adelante, seamos productivas, humildes y obedientes.
· Ve los tiempos difíciles como una oportunidad para
confiar y regocijarse en la protección de Dios? Seamos pacientes, alabemos al Señor
y mantengámonos cerca de Dios implorando su protección.
·
Puedes agregar tus propias respuestas personales y orar
por esto.
Evelin Calcaño Cepeda
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