Queridas amigas y hermanas, amadas lectoras, La Soberana Gracia de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo sea con sus vidas.
En nuestro estudio de hoy estaré publicando la
importancia de servir y ser ayudadoras, de ser Maestras del Bien, de ayudar a
otros y también de aprender de otros para servir y ayudar sin buscar gloria ni
reconocimiento, sino buscar el bien de los demás y La Gloria de Dios.
Estaremos viendo en las Escrituras acerca de
Bernabé. Muchas veces debemos despedirnos de alguien para evitar conflictos y
seguir adelante, sirviendo sin ser vistos y que sea Dios que nos reconozca.
Gran parte de este estudio, debo reconocer a Jami
Hughes de Ministerios en Contacto quien público y lo he tomado para
enriquecerlo, agregar algunas ideas y compartirlo con todas mis lectoras,
amigas y hermanas de mi pagina Blog.
¿Qué haría Bernabé? Es la pregunta para iniciar nuestro estudio
Te invito a leer la historia de Pablo y Bernabé
en Hechos 15.36-41, Bernabé, vuelvo a resaltar fue ayudador, colaborar y no
busco protagonismo y algo queme gusto mucho es cuando no pudo ponerse de
acuerdo con Pablo, él se separó de él, persona luego le sirvió y siguió
colaborando con la obra de Dios y sirviendo a los demás.
A menudo, el
mejor lugar para buscar un modelo a seguir, está justo fuera del centro de
atención. Hay muchas personas que ayudan y no están en el centro de atención,
no se ven y muchas veces hay personas que roban su identidad, no los reconocen
y buscan opacar o robar sus ideas, pero yo que he vivido esa experiencia, puedo
decir que he seguido adelante, defiendo la obra de Dios, defiendo a las mujeres
y a los niños, le doy su lugar a los hombres como cabeza, alabo a Dios, lo
reconozco como el único camino y nuestra fuente de fortaleza y es el que nos
levanta. Sirvamos con amor sin protagonismos, con humildad, amor y entrega.
Jami Hughes, cuando era niña a comienzos de los
años 80, crecí viendo un flujo constante de episodios de Plaza Sésamo,
como Sesame Street, 3-2-1 Contact, Schoolhouse Rock! y The
Electric Company. Pero ninguno de esos programas podía compararse con El
vecindario del señor Rogers (Mister Rogers’ Neighborhood). Me encantaban
los títeres, las canciones y los viajes por el vecindario para pasar tiempo con
personas maravillosas como el Sr. McFeely, Handyman Negri, y el oficial
Clemmons, los cuales me enseñaron el valor de la creatividad, la paciencia y la
amabilidad, sin excepción entre ellos. Pero una cosa que dijo el Sr. Rogers y
que siempre me quedó grabada, fue la historia de su propia vida: “Cuando yo era
un niño, y veía cosas aterradoras en las noticias, mi madre siempre me decía:
'Busca a los que ayudan. Siempre encontrarás a personas que están ayudando'“.
Debemos ayudar siempre, a mí en lo personal, Evelin Calcaño Cepeda, me gusta
ayudar y me encantaba Plaza Sésamo por su sanidad y sus valiosas enseñanzas de
principios y valores
Eso me daba una sensación de seguridad,
saber que esas almas buenas y justas siempre estarían ahí, sin importar lo que
pasara. Y eso me inspiró a ser una de esas personas a las que el Sr. Rogers
estaba atento: una mujer que hacía lo correcto, fuese cual fuese la situación,
y que alentaba a la gente, incluso en los momentos más oscuros.
Quizás por eso Bernabé siempre ha sido
uno de mis personajes favoritos de la Biblia. A diferencia de Pedro, él nunca
caminó sobre el agua. No dio testimonio al pie de la cruz como Juan, ni es
conocido como un gran maestro como Pablo. Pero es innegable que Bernabé está
presente en todo el Nuevo Testamento, dando sin cesar lo mejor de sí por la
causa del evangelio.
Vendió su tierra y dio el dinero a la
iglesia (Hechos 4.36,37), avaló al futuro apóstol Pablo cuando
los discípulos no querían tener nada que ver con su antiguo perseguidor (Hechos 9.26-28), y acompañó a Pablo en sus viajes
misioneros, ayudándolo en sus muchas dificultades. En cada uno de los relatos,
está velando por alguien más y ayudándole a llevar la carga.
Aunque haya recibido el nombre de José
al nacer, es fácil ver cómo Bernabé se ganó su nuevo apodo, que significa “hijo
de consolación”. Después de todo, alentar a alguien significa darle confianza.
Una persona así es una fuente de seguridad, que anima a los demás y está
dispuesta a ayudar de cualquier manera que sea necesaria. Eso es justo lo que
Bernabé hacía por tantas personas que entraron en su órbita.
“Siempre
encontrarás a personas que están ayudando”.
Hoy en día,
cuando buscamos ejemplos de sermones o ilustraciones de enseñanza, tendemos a
sentirnos atraídos por los “momentos de pantalla grande” y en los hombres que
participaron en ellos. Pero creo con firmeza que Bernabé merece más crédito:
tiene mucho que enseñarnos. Y necesitamos reconocer a los hombres y mujeres
como él que ya están en los bancos de la iglesia, asegurándose de que todo esté
marchando a buen ritmo y funcionando bien.
Como pronosticó Mr. Rogers, he
encontrado personas que ayudan en todos los lugares imaginables. Mire a su
alrededor, y apuesto a que lo mismo pasa con usted. Están en las guarderías de
la iglesia cambiando pañales o en las cocinas preparando una comida. Serán
quienes visitan a las personas que viven confinadas en sus casas, o quienes se
ofrecen como voluntarios para iniciativas de actividades comunitarias, porque
les gusta estar rodeados de personas y ayudar a los demás de cualquier manera
que puedan. Ver a estas almas maravillosas llevando a cabo con alegría tareas
que otros ignoran, eleva mi espíritu. Su actitud me inspira a ver mis propias
labores ministeriales bajo una luz por completo diferente.
Pero las personas que ayudan son
hábiles no solo en tareas tangibles. También saben cuándo detenerse y decir una
palabra amable a alguien que está sufriendo, o amonestar a un alma que va en el
camino equivocado. Y la sabiduría que imparten en esos momentos puede tener
tanto peso como cualquier cosa que baje del púlpito.
A
diferencia de Pedro, él nunca caminó sobre el agua. No dio testimonio al pie de
la cruz como Juan, ni es conocido como un gran maestro como Pablo. Pero Bernabé
estaba dando sin cesar lo mejor de sí por la causa del evangelio.
Las personas
que ayudan dando aliento no son autoritarias por naturaleza, pero eso no
significa que sean manipulables. Por ejemplo, después de una diferencia de
opinión en cuanto a su primo Marcos, Bernabé decidió separarse amistosamente de
Pablo (Hechos 15.36-41). El apóstol no estuvo dispuesto a dar
una segunda oportunidad al joven y llevarlo a otro viaje misionero, pero
Bernabé pensaba de otra manera. Tomó una decisión difícil y, como resultado,
pudo ser el mentor de Marcos, quien más tarde fue el primero que escribió uno
de los cuatro evangelios.
Con el tiempo, Pablo llegó a estar de
acuerdo con su viejo amigo. En 1 Timoteo 4.11, escribió a su protegido, diciéndole
que viniera pronto y trajera a Marcos, a quien describió como “útil para el
servicio”. Sí, las personas piadosas que ayudan saben cómo y cuándo ser
valientes cuando se trata de apoyar a otros y, muy a menudo, demuestran que
tienen razón a largo plazo.
Se puede adquirir mucha sabiduría de
los “Bernabé” que Dios ha puesto en nuestros caminos, pero puede ser fácil
pasarlos por alto porque a menudo están haciendo el bien sin llamar la
atención. Al igual que Sr. Rogers, debemos estar siempre atentos a las personas
que ayudan, observando lo que hacen, y cómo lo hacen, y usar su ejemplo como un
modelo para nuestras propias vidas.
Evelin Calcaño Cepeda
Comentarios
Publicar un comentario