En Cristo, los creyentes podemos y
debemos tener un manejo de la ira opuesto al que teníamos cuando no le
conocíamos, por eso debemos preguntarnos si tenemos a Cristo en Nuestro
corazón, confesar nuestros pecados, reconocer que Cristo es Nuestro Salvador y
aceptarlo en nuestros corazones.
Amadas hermanas y amigas, queridas lectoras, hoy continuaremos con la segunda parte de nuestro estudio “Enfrentando el Enojo y la Ira”.
En Efesios, por otra parte, los traductores usan el
imperativo enójense de una manera similar según podemos ver en
el Salmo
4:4,
aunque con un significado más amplio. Recuerda que el salmista estaba airado
por el daño recibido, muchas veces nos sentimos enojados, airados por danos que
estamos recibiendo de personas injustas, que nos afectan consciente o
inconscientemente y en ocasiones con premeditación y alevosía, porque
son personas que no tienen en amor y el Espíritu de Dios, en este caso debemos
evitarlos, orar si es posible, de rodillas y poner límites. También podemos ver
en cambio, en Efesios
4:26,
Pablo nos menciona que podemos enojarnos, pero no debemos pecar, si nos
enojamos debemos buscar la presencia de Dios con honor y honra y suplicar la
Gracia de Dios para enfrentar el enojare.
Para
interpretar este texto es mejor seguir con el sentido más natural y simple de
que Pablo reconoce que podemos enojarnos, pero no pecar y debemos evitar la
ira, porque en la ira no obra la justicia de Dios. El enojo no es bueno y
debemos evitarlo, podemos verlo en (Ef
4:27), también vemos como nos enojamos por la injusticia y
la falsedad (Ef.
4:25; Ro
13:4).3
actitudes que nos llevan a sentirnos mal y a enojarnos.
Las palabras y el comportamiento injusto nos remiten a
la indignación y el enojo y no nos ayudan a mantener la paz, por eso debemos
evitar las personas toxicas y no sanas de nuestro entorno. Algo importante que podemos ver, es que tanto
la ira de los profetas como la de Cristo los llevó a tomar acciones correctas
al llamar a los pecadores al arrepentimiento. Este es un comportamiento que se
originó en el corazón de Dios Padre.
Quiero resaltar, entonces, se podría parafrasear la
frase de Pablo diciendo: «No se enojen por cualquier cosa, sino enójense ante
el pecado, pero que esto no los lleve a adoptar actitudes pecaminosas delante
de Dios y de sus hermanos en Cristo». Déjame explicar cada parte:
No se enojen por cualquier cosa…
La Escritura afirma: «La discreción del hombre le hace
lento para la ira, / Y su gloria es pasar por alto una ofensa (Pr
19:11).
En Cristo tenemos un corazón y una mente transformados, pero necesitamos
renovarlos con la Palabra para evitar que nuestras emociones tomen el control.
… enójense ante el pecado,
Recuerda las palabras, «El enojo no se condena aquí,
por el contrario, se exhorta al enojo por causa del pecado, la injusticia y la
falsedad». El enojo es una emoción y Dios la puede usar para cumplir Su plan
eterno. La palabra emoción se origina de un término latino que
conlleva la idea de poner en movimiento. El pecado, la injusticia y
la falsedad no son de Dios, y debemos procurar que esto no se manifieste en
nuestras vidas, Dios nos ayude a actuar como Cristo espera que lo hagamos, según
Su Palabra y con sabiduría, con mansedumbre, con humildad. Orando en todo
tiempo.
… pero que esto no los lleve a adoptar
actitudes pecaminosas delante de Dios y de sus hermanos en Cristo, ni de
ninguna persona.
Veamos un ejemplo breve: si alguien peca contra
nosotros, o contra un hermano, es nuestra responsabilidad actuar de manera
diligente y de acuerdo con la Palabra. Es lo que el salmista y Pablo nos llaman
a hacer:
«Mediten en su corazón sobre su lecho, y callen.
(Selah) / Ofrezcan sacrificios de justicia, / Y confíen en el SEÑOR» (Sal
4:4-5).
«…
no den oportunidad al maligno» (Ef
4:27).
La ira con frecuencia nos lleva a tomar decisiones
precipitadas que terminan por empeorar una situación. Sin embargo, la Escritura
nos ordena: mediten, callen, ofrezcan sacrificio, confíen y no den oportunidad
al diablo. No olvides que el Rey de reyes está presente, mira con atención todo
lo que pasa con Sus hijos amados y no será indiferente al pecado.
Cada caso de injusticia o falsedad que enfrentamos
requiere que busquemos sabiduría en la Palabra y el consejo de personas sabias,
maduras y temerosas de Dios. Gente llana de Gracia y Verdad, personas con
Espíritu afable y apacible.
Una vez más les pido orar para que Dios nos cubra con
Su Gracia, nos llene de Su amor, de su paz, que por favor nos proteja de las
malas influencias que nos agobian y nos pueden enojar, Dios ayúdanos a actuar
con conciencia, con humildad, con amor, con prudencia, por Dios ayúdanos. En el
Nombre de Jesús.
Amadas hermanas y amigas, hemos visto dos partes de
nuestro estudio sobre cómo enfrentar y evitar el enojo y la ira. Doy gracias a
Dios que me ha permitido sentarme, meditar, orar, revisar mi corazón, revisar
mis circunstancias y GRACIAS DIOS, por Tu Palabra, gracias Dios por ayudarme a
entender una vez más que puedo superar el enojo que otros están provocando con
sus acciones, rechazo, provocaciones, detracciones.
En nuestra próxima publicación estaremos finalizando
con nuestro estudio, publicando la tercera parte de este estudio, confiando que
Dios este edificando tu vida.
Que Dios siga derramando Su Gracia sobre nuestras
vidas.
En el amor de Cristo, su amiga y hermana,
Evelin Calcaño Cepeda
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