Estamos publicando una serie de Articulos y Capsulas Educativas dirigida a toda la Comunidad Educativa; pero he querido hacer un paréntesis (un espacio) para publicar una lista de principios y ordenanzas de las Escrituras que nos pueden apoyar y ayudar en oración para la instrucción y ayuda para los hijos.
Esta lista la elaboramos en fecha Noviembre
8, 2012, cuando trabajábamos fuertemente y de manera constante con Madres
Unidas para Orar, como tía y Educadora, Formadora Educativa, me inquietan y preocupa la presente y la
próxima generación, por ese motivo trabajamos esta lista de principios, valores
y ordenanzas Bíblicas para trabajarlas y ofrecerlas a los padres y para tener esta lista
como guía para orar por los hijos. No había tenido la oportunidad de publicarla, pero me he animado a hacerlo, a propósito de la controversia actualmente en los colegios y escuelas, por motivo a la Ordenanza de la Identidad de Género. No solamente aquí en República Dominicana, sino también en toda Latinoamérica y los Estados Unidos, así como también en Europa.
No nos cansemos, no desmallemos de
hacer el bien, de orar por los hijos, de cuidarlos, instruirlos correctamente,
Bíblicamente. No somos perfectos, pero podemos llegar a ser perfectos y
completos.
En esta ocasión me estoy dirigiendo
a los padres (madre y padre). Y se que nosotras las mujeres podemos tomarnos un
tiempo especial para orar por los hijos, sobrinos, nietos, estudiantes.
- Salvación: “Señor,
permite que la salvación nazca dentro de mis hijos, que ellos puedan
obtener la salvación que es en Cristo Jesús, con eterna gloria” (Is 45:8,
2 Tim 2:10)
- Obediencia:
Primeramente ser obedientes a los mandamientos de Dios prescritos en Su
Palabra como guía y modo de vida para andar en santidad y verdad (Exodo
20:1-17, Proverbios 1:8-9, 3:1, 4:4 7:2, Efesios 6:1, Col. 3:20
- Crecimiento en gracia: “Oro para que ellos puedan crecer en la gracia y en el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” (2 Pe 3:18)
- Amor:
“Señor, permite que mis hijos aprendan a vivir una ‘vida de amor’ a través
del Espíritu Santo que vive en ellos.” (Ef 5:2, Gal 5:22)
- Honestidad e integridad: “Que la integridad y la honestidad sean sus virtudes
y su protección.” (Sal 25:21)
- Dominio-propio:
“Padre, ayuda a mis hijos a no ser como tantos otros alrededor de ellos,
permíteles estar alertas y con dominio propio en todo lo que hagan.” (1 Ts
5:6)
- Amor por la Palabra de Dios: “Que mis hijos crezcan para encontrar tu Palabra ‘más
preciosa que el oro, que el oro mas fino; y mas dulce que la miel del
panal’. (Sal 19:10)
- Justicia: “Dios,
ayuda a mis hijos a amar la justicia como tu la amas y a actuar justamente
en todo lo que hacen.” (Sal 11:7, Miq 6:8)
- Misericordia:
“Que mis hijos sean siempre misericordiosos como Su Padre es
misericordioso.” (Lc 6:36)
- Respeto (por si mismos, por otros, y por la autoridad):
“Señor, permite que mis hijos
puedan mostrar respeto a todos, como tu Palabra manda.” (1 Pe 2:17a)
- Auto-estima fuerte y Biblíca: “Ayuda a mis hijos a desarrollar una auto-estima que
esté arraigada en la realización de que son ‘hechura de Dios’, creados en
Cristo Jesús.” (Ef 2:10)
- Fidelidad: “Permite
que el amor y la fidelidad nunca se aparten de mis hijos, ata estas
virtudes alrededor de sus cuellos y plásmalas en sus corazones.” (Pro 3:3)
- Valentía:
“Permite que mis hijos siempre sean ‘fuertes y valientes’ en su carácter y
sus acciones.” (Dt 31:6)
- Pureza: “Crea
en ellos un corazón puro, o Dios; y permite que la pureza de sus corazones
sea manifiesta en todos sus acciones.” (Sal 51:10)
- Bondad: “Señor
permite que mis hijos siempre sean amables entre ellos y con los demás.”
(1 Ts 5:15)
- Generosidad: “Permite
que mis hijos sean generosos y deseosos de compartir y colocar sus tesoros
en el cielo, como un firme fundamento para la era venidera.” (1 Tim
6:18-19)
- Paz y Procuradores de Paz: “Padre, permite que mis hijos hagan todo esfuerzo para
hacer lo que traiga la paz.” (Ro 14:19)
- Gozo: “Permite
que mis hijos estén llenos del gozo del Espíritu Santo.” (1 Ts 1:6)
- Perseverancia:
“Señor, enséñale a mis hijos a perseverar en todo lo que hacen, y ayúdalos
especialmente a correr con perseverancia la carrera que tienen por
delante.” (Heb 12:1)
- Humildad:
“Señor, porfavor, cultiva en mis hijos la habilidad de mostrar verdadera
humildad hacia
todos.”
(Tito 3:2)
- Compasión: “Señor,
por favor viste a mis hijos con la virtud de la compasión.” (Col 3:12)
- Responsabilidad:
“Permite que mis hijos aprendan a ser responsables, porque cada uno debe
cargar con sus propias cargas.” (Gal 6:5)
- Contentamiento: “Señor,
enseña a mis hijos el secreto del contentamiento cualquier circunstancia..
a través de Aquél que nos ha prometido fortaleza.” (Fil 4:12-13)
- Fe: “Oro
que la fe eche raíz en los corazones de mis hijos, que por la fe puedan
ganar lo que se les ha prometido.” (Lc. 17:5-6; Heb 11:1-40)
- Un corazón de siervo: “Señor, por favor, haz que mis hijos puedan cultivar
corazones de siervos, que puedan servir de todo corazón, como para el
Señor, y no para los hombres.” (Ef. 6:7)
- Esperanza:
“Que el Dios de toda esperanza conceda que mis hijos puedan sobreabundar
de esperanza en el poder del Espíritu Santo.” (Ro 15:13)
- Una disposición y habilidad de esforzarse y trabajar
duro: “Enseña a mis hijos, Señor, a
valorar el trabajo y a trabajar duro en cada cosa que hagan, como
trabajando para el Señor y no para los hombres.” (Col 3:23)
- Una pasión por Dios: “Señor,
porfavor mueve a mis hijos a tener almas que te buscan y corazones que se
aferran a ti
apasionadamente.”
(Sal 63:8)
- Auto-disciplina:
“Padre, oro que mis hijos puedan desarrollar disciplina propia, que puedan
adquirir una vida disciplinada y prudente, haciendo lo correcto y lo
justo.” (Pro 1:3)
- Una vida de Oración: “Señor,
oro que las vidas de mis hijos puedan ser marcadas por la oración, que
puedan aprender a orar en el Espíritu en toda ocasión con todo tipo de
oración y súplica.” (Ef.6:18)
- Gratitud: “Señor,
ayuda a mis hijos a vivir vidas que siempre sobreabunden con
agradecimiento, siempre dando gracias al Padre por todo, en el nombre de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” (Col 2:7, Ef 5:20)
- Un corazón misionero: “Señor, ayuda a mis hijos a desarrollar un corazón para
misiones, un deseo de ver tu gloria declarada entre las naciones, tus
maravillosas obras entre todos los pueblos.” (Sal 96:3)
Evelyn Calcaño Cepeda
Consultora Educativa, M. Ed.
Master en Gerencia Educativa Universitaria
Consejera Bíblica Certificada
Miembro
del Equipo
FUNDACION
VIVIENDO POR PRINCIPIOS Y FE
Santo Domingo, República Dominicana
Email: viviendoporprincipiosyfe@gmail.com
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