EL TIERNO AMOR DE UNA MUJER VERDADERA Y MAESTRA -
Estar en la búsqueda para servir y consolar
Como maestra, consejera y mujer de
Dios, puedo testificar que me encanta servir a otras mujeres de diferentes
edades, aconsejar y acompañar en sus vidas y en situaciones en las que Dios me
permite estar con ellas.
Amo el tierno corazón del pastor que Jesús describe en Lucas 15. Cuando
faltaba una de sus 100 ovejas, dejó las 99 y fue a buscar la que se había
perdido (versículos 3-6). Dios se preocupa por ti y por mí de esta manera,
y quiere que cuidemos a los demás también de esta manera. A continuación,
se ofrecen algunos consejos para comenzar a poner en práctica el cuidado
amoroso que Dios quiere que tengamos para con los que sufren y sienten soledad
o presentan alguna necesidad.
TE INVITO A DESARROLLAR UN "OJO GENEROSO"
Salomón dijo: “El que tiene ojo generoso será bendecido, porque da de su
pan a los pobres” (Proverbios 22: 9). Me gusta pensar que un ojo generoso
es como los ojos de Dios, que “corren de un lado a otro por toda la tierra” (2 Crónicas
16: 9). Cuando entro en lugares públicos, busco intencionalmente ovejas
heridas y, créanme, están allí.
He encontrado mujeres llorando en el baño de mujeres, sentadas en el patio
de la iglesia llorando, de pie detrás de la puerta de nuestra sala de oración
sollozando. ¡Una noche durante la iglesia me senté junto a una mujer que
lloró durante una hora y media! Apenas podía esperar a que mi pastor
terminara de orar para poder preguntarle: “¿Puedo hacer algo para
ayudarla? ¿Puedo rezar contigo? ¿Puedo traerle algo? ¿Le
gustaría hablar? Las personas que nos rodean necesitan una palabra tierna,
alguna atención especial, que les acompañemos en el dolor, que suplamos algunas
de sus necesidades.
DIOS TE ELIGIÓ
Siempre que vea a una persona necesitada, sea directa. Camine
directamente hacia la oveja herida y vea qué necesita y qué puede hacer
usted. No espere que venga alguien más. No corra buscando al
pastor. Dios te ha permitido encontrar a esta persona necesitada. Ahora
permita que su corazón se desborde de cuidado.
DAR A LAS PERSONAS QUE
DIOS PONE EN TU CAMINO
Sé valiente y da a las personas que Dios pone en tu camino. Sin
embargo, si se encuentra evitando a cierta persona, pídale a Dios que le
muestre por qué. El pecado en nuestro corazón —corazones destinados a
rebosar de preocupación por los demás— impide que tengamos confianza en
nuestras relaciones. Así que averigüe qué está pasando — o qué no — en su
corazón que está obstaculizando su ministerio. Luego, vaya un paso más
allá y decida lo que dirá la próxima vez que vea a esa persona. Búsquelo
activamente y bríndele el saludo cordial y amistoso que planeó. Con un
corazón limpio ante Dios, no debe tener nada que ocultar, nada que
retener. Aprenda a acercarse a las personas con las que se reúne todos los
días.
ENSEÑAR LECCIONES
BÍBLICAS
Me siento animado cada vez que recuerdo la primera lección bíblica que
enseñé y recuerdo las actividades que prepare y dirigí para mujeres jóvenes y
adolescentes. Alguien me premio con un día de restaurante y playa
acompañada de otra hermana de la iglesia y me animo a seguir adelante con las jóvenes,
dejándome saber, ¡Eres una buena maestra!" Créame, ¡raramente sufriré
de exceso de confianza! Mi tendencia es hacia el otro extremo de la
escala, hacia la insuficiencia, la inferioridad y la incapacidad.
Tomemos la misma decisión de no negar el bien a quienes se crucen en
nuestro camino. Y qué temporada tan maravillosa para estar atento a los
necesitados en esta temporada de necesidades y crisis por la pandemia, donde
nos estamos recuperando del confinamiento, situaciones como situación financiera,
perdidas, limitaciones, situaciones físicas o emocionales. Nunca sabemos
cómo Dios usará nuestro ojo generoso para adelantar Su reino a través de
aquellos a quienes generosamente damos palabras de aliento y oración.
TE INVITO A ORAR UN
MOMENTO
Oh Señor, ayúdame a seguir tus pasos y a servir con gusto, con humildad, con
amor, sin acepción de personas, con dedicación y compasión a los
demás. Cuando mi corazón se canse de servir, ¡recuérdame que dejaste las
99 solo para ir tras UNA! Que pueda convertirme en Tu gemelo al atender
desinteresadamente las necesidades de los demás. Señor ayúdame a dar un
paso a la vez, a trabajar con una a la vez, a suplir una necesidad a la vez. En
el Nombre de Jesús. Amén.
PARA REFLEXIONAR:
¿Alguna vez alguien le ha dado generosamente palabras de aliento u oración
que lo hayan impactado de manera significativa? Comparte ese testimonio.
PARA RECORDAR:
Dejó las 99 y fue a buscar la que se había perdido. Dios se preocupa
por ti y por mí de esta manera, y quiere que cuidemos a los demás también de
esta manera.
Gracia y paz
Comentarios
Publicar un comentario