Incluso cuando nos sentimos pequeños e indefensos, podemos cambiar vidas
a través de la oración. Pueden haber cambios para bien en nuestras vidas a través de la oración,
la obediencia y la reverencia
Amada hermana y amiga, querida lectora:
Cuan difícil es estar pasando por situaciones de crisis, cualquier crisis: crisis económica, crisis matrimonial o familiar, crisis espiritual, crisis con algunas relaciones, crisis laboral, entre otras. Quiero resaltar que cuando estamos pasando por crisis debemos primero detenernos un instante, orar, evaluar y ver que no estamos haciendo bien, en que estamos fallando, en que estamos fallando a Dios. Debemos detener la murmuración, la falta de amor, la falta de misericordia, debemos detener el maldecir y centrarnos en bendecir, obedecer, alabar a Dios, glorificar el Nombre de Dios. Debemos revisarnos, ponernos a cuenta con Dios y Nuestro Señor Jesucristo y luego seguir adelante y enfrentar la situación
, con esperanza y fe en Nuestro Gran Dios en que todo se arreglará.En nuestro estudio de hoy estaremos viendo la importancia de orar en la crisis. Te invito a leer mientras meditamos en Números 21:5-8
21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
21:6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.
21:7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
21:8 Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
Luego de haber leído nuestro texto, quiero iniciar con una pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que clamaste a Dios por algo que no fueran asuntos personales? A menudo estamos tan absortos en nuestra propia vida que no somos capaces de ver las crisis a las que se enfrentan los demás. Pero ya sea que una dificultad afecte a extraños totales o golpee de cerca nuestra casa, debemos siempre estar en oración. Otra pregunta: ¿alguna vez siente que algunos asuntos son demasiado grandes para que la oración de una persona marque la diferencia?
Bueno, no lo creas. Santiago 5:16 nos asegura que “la oración del justo tiene gran poder en su eficacia” (NVI). Y el siguiente versículo da un poderoso ejemplo: “Elías era un hombre con una naturaleza como la nuestra, y oró con fervor para que no lloviera, y durante tres años y seis meses no llovió sobre la tierra. Luego oró de nuevo, y el cielo hizo llover, y la tierra dio su fruto”.
Dios Todopoderoso es capaz de sanar, traer paz y cambiar las circunstancias. Y Él ha escogido dejar que Sus hijos participen en el proceso a través de la oración. De hecho, Él quiere que hablemos con Él de todo (Filipenses 4:6).
La próxima vez que se entere de una tragedia o un problema, independientemente de si le afecta a usted directamente o a otras personas o perfectos extraños, resista la tentación de distanciarse de él. Puedes influir en la vida de los demás cuando intercedes por ellos y resaltando su nombre. Que las crisis se conviertan en un catalizador para la oración.
Si somos nosotras que estamos en crisis, nuevamente quiero resaltar la importancia de evaluarnos, de corregir a tiempo los erros cometidos, confesar nuestros pecados y servir con amor, dedicación y ser reverentes. Animo amada hermana, no perdamos el gozo.
Evelyn Calcaño Cepeda
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