Amadas hermanas y amigas. La Gracia de Dios sea con ustedes. Estaré presentando en tres o cuatro estudios el tema indicado más arriba, sobre cómo debemos superar este tiempo difícil ante una generación maligna, donde debemos esforzarnos en ser firmes y valientes, tener fe, ser prudentes, andar en obediencia. Obedecer a Dios antes que a los hombres.
Es mi oración que seamos centradas, actuar con sabiduría
y prudencia. Firmes y constantes en la oración.
Filipenses, Capítulo 2. Versículo 5 de Filipenses 2 dice: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
Filipenses, Capítulo 2. Versículo 5 de Filipenses 2 dice: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.”
Se dará cuenta en el versículo 15, que vivimos en medio de una generación maligna y perversa. Esa no solo es una descripción apta de nuestra época en la historia, es apropiada para toda la historia. Toda generación hasta cierto grado u otro es una manifestación de lo malo y perverso que es el corazón humano. Estamos viéndolo en nuestra época de manera muy osada. Lo que este texto nos dice es que tenemos la responsabilidad en esta generación maligna y perversa de actuar como los hijos de Dios, y brillar como luminares o luces en el mundo. Esa es la razón por la que estamos aquí. Oremos que Dios nos ayude a actuar con prudencia, reverencia, actuar con honor con otras personas, en paz, con prudencia. Poner límites a los impíos, sin dejar de evangelizar, pero alejarnos manteniendo el testimonio, actuando con amor y bondad, pero teniendo cuidado de los impíos y personas toxicas. Debemos tener cuidado de nosotras mismas, somos templo del Espíritu Santo de Dios, debemos cuidarnos y cuidar nuestra mente, cuidar nuestro territorio. Defender nuestras áreas y orar por nuestros seres queridos y amistades significativas.
Amadas hermanas, en la próxima entrega de este estudio estaremos dando continuidad a nuestro estudio. Te invito a estar en oración que Dios ponga un Cerco de Ángeles a nuestro alrededor y sobre nuestras vidas.
Amadas hermanas y amigas, tengo en mi corazón la carga de trabajar y enseñar a mujeres de todas las edades y puedo testificar que el don que Dios me ha dado de enseñanza, es para su Gloria y no lo debo enterrar. Estoy escribiendo para las Mujeres de todas las Edades y para la comunidad educativa desde que tengo 30 años, le pido a Dios que me ayude a serle fiel en este ministerio de mi Pagina Web, en el ministerio del discipulado, como Madre Espiritual, como Mujer de Oración y como Directora Ejecutiva de mi Fundación y Consultora Educativa y Gerencia y también en Finanzas. Todo lo que hago lo entrego a Dios y hago pacto con Dios de serle fiel hasta el final de mis días. Quiero terminar bien mis días para la Gloria de Dios y sirviendo a otros con amor..
Oro por cada una de ustedes.
Su amiga y hermana siempre, fielmente,
Evelyn Calcaño Cepeda
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