Amadas hermanas y amigas, La Soberana Gracia de Nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
Estoy escribiendo para la Gloria de Dios y para
nuestra edificación, la de ustedes y la mía; Hoy estaremos viendo la segunda parte
del tema “Superando Tiempos Difíciles ante una Generación Maligna y Perversa”.
En mis momentos difíciles, oro, recito las Sagradas Escrituras y he aprendido a
mantenerme con los Principios y Valores Firmes de La Palabra de Dios y en
obediencia a Dios.
Dios entiende que es una generación maligna y
perversa. Algunas veces como en nuestro caso ahora, de manera más abierta, se
manifiesta que quizás en otras ocasiones, en otras épocas cuando se ha cubierto
un poco. Creo que muchos de ustedes están sintiéndose más bien decepcionados de
manera profunda ante los acontecimientos de la elección reciente, se sienten
como si hubieran orado por misericordia en medio del juicio, y no están viendo
esa misericordia. Están observando la estructura de poder de este país, siendo
tomada por personas que son impías y que se oponen a la Escritura.
Es fácil llegar a decepcionarse mucho,
especialmente si usted se preocupa por la rectitud y la verdad, valoramos la
rectitud personal, pero nuestra sociedad está inmersa, profundamente en el
pecado personal y la impiedad. Y no de una manera encubierta, sino abierta. Y
ahora tenemos promotores de esa iniquidad y esa impiedad a quienes se les están
dando poder político y en el sector privado, entiéndase personas que hacen
inversiones y también a personas corrientes, que están llenas de maldad que
quieren estar sobre nosotros. Valoramos el matrimonio, valoramos la familia,
pero nuestra sociedad mediante los medios masivos de comunicación y la ley,
destruye a ambos. Y vemos a líderes que promueven la fornicación, la
homosexualidad, el transexualismo, la pornografía, el divorcio, etc. Líbranos
de ellos y guárdanos Oh, Señor Dios Todopoderoso.
Oro en este momento mientras escribo: Por favor
Señor, ayúdame, ayúdanos, cúbrenos con Tu Sangre Preciosa, Cúbrenos con una Vallado
de Ángeles, en el Nombre de Jesús y danos sabiduría para actuar en medio de
tanta oscuridad. Ayúdanos a actuar con madurez, pureza y santidad.
Y ahora la gente que promueve esas cosas tiene
más poder de lo que jamás ha tenido en el pasado. El matrimonio y la familia
probablemente no van a sobrevivir y todo lo que destruye al matrimonio y a la
familia puede llegar a convertirse en ley. Apoyamos la ley, apoyamos la ley y
el orden porque es bíblico, como ha sido ordenado por Dios. Pero debemos ser
valientes para luchar por nuestras familias nuestros seres queridos y procurar mantenernos
firmes en la verdad.
Quiero poner estos ejemplos: Hay líderes que quieren quitarle el apoyo
económico a la policía, desatar ataques en contra de ellos y nosotros: 8,700
protestas se llevaron a cabo en los últimos meses, 574 de esas fueron
manifestaciones en dónde hubo robo a nivel masivo y destrucción, 2,000 policías
fueron lastimados. Estos fueron acontecimientos coordinados y dirigidos de
manera conjunta, solo un incidente llegó a dañar hasta en 70 millones de
dólares en costo. Y a la policía se le dijo que estuviera de pie y observara.
Tememos por el futuro de nuestra seguridad y la seguridad de nuestros hijos en
un mundo en dónde la gente que lo quiere está en control. Pero sabemos que la
persecución va a incrementarse contra la verdad, y nuestra generación entera
está hundiéndose en mayor profundidad en la iniquidad y la dureza en contra de
la Escritura. Vamos a volvernos un protestante menos deseable, más y más.
Ciertamente hay una excepción abrumadora.
Ahora, también sabemos que estamos experimentando juicio divino. Dios nos ha
entregado a una revolución sexual, una revolución homosexual, y una mente
reprobada. Leamos Romanos 1 y meditemos en este texto. Sabemos que las naciones
están bajo juicio y bajo ira, y parte de esa ira ahora va a ser desatada por la
gente misma que nos gobierna.
En este sentido, como están en juicio, en lo
personal y particular, recomiendo y sé que Bíblicamente es necesario que seamos
como las cinco vírgenes prudentes, sabias, que no nos involucremos en nuestra
sociedad corrupta, que oremos por sus almas, que pongamos límites y que nos
mantengamos firmes en nuestro entorno, seamos fieles y oremos que Dios haga
retroceder toda maldición y enriamiento a su lugar de origen. Debemos compartir
el evangelio, orar por las almas perdidas, pero cuidarnos y mantenernos firmes,
lejos de la maldad del mundo que nos rodea.
Entonces, ¿cómo debemos responder? ¿cuál debe
ser nuestra reacción a todo esto? Nos da un sentido de temor acerca de la
oscuridad, de como se ve el futuro para nuestros hijos y nuestros nietos,
conforme vemos los pecados de esta generación siendo visitados en las
generaciones venideras en el futuro. Quiero presentar una pregunta que Francis
Schaeffer hizo hace mucho tiempo atrás cuando él dijo: ¿Cómo entonces
viviremos? ¿Qué hacemos ahora?
Y yo creo que tenemos la instrucción que
necesitamos en esta porción de la Escritura, frente a nosotros en Filipenses 2.
Y quiero verla de una manera amplia, algunas veces entramos a los detalles,
ciertamente hemos hecho eso con este pasaje, pero quiero que veamos tres
características muy simples de este texto, realidades básicas para navegar en
la época en la que vivimos.
Número uno: ¿En dónde estamos?
Número dos: ¿Quién somos?
Número tres: ¿Como debemos vivir.?
Todo está aquí para nosotros.
Comencemos con dónde estamos. Vea el versículo
15. “Estamos en medio de una generación maligna y perversa.” Ahora, eso
ciertamente habría sido verdad de los filipenses que recibieron esta carta
viviendo en la ciudad de Filipos, una ciudad en la parte noreste de Macedonia,
o Grecia moderna. Era una ciudad ocupada, por ahí pasaba la carretera Ignacia,
que era un camino Romano. Entonces era un lugar en dónde se llevaba a cabo
mucho comercio. Había un río ahí, el río Estrimón, entonces tenía una amplia
provisión de agua. Se descubrió ahí que hubieron muchas minas de oro y las
minas de oro eran tan ricas que atrajeron a Felipe de Macedonia, el padre de
Alejandro Magno. Y él fundó una pequeña ciudad llamada Crenedes, que significa
“pequeña fuente”. Tenía manantiales, y entonces estableció algunos de sus
cuarteles generales ahí, y nombró la ciudad en honor a sí mismo, Felipe de
Macedonia. Así es como recibió su nombre Filipos.
Un poco de historia acerca de esa ciudad de
manantiales, aparentemente oscura y pequeña, fue que 42 años antes de Cristo,
en el 42 a. C. una de las batallas más grandes en la historia Romana, se peleó
ahí. Y cuando digo una gran batalla, me refiero a que 200 mil hombres se
involucraron en la guerra. 110 mil de un lado y 90 mil del otro lado, y 40 mil
muertos. Se llamó la Batalla de Filipos. Realmente reflejaba la revolución Romana.
Fue Antonio César con 110 mil contra Bruto y Casio con 90 mil. Cuando la
batalla se acabó fue el fin de la República Romana, y el comienzo del Imperio
Romano inmenso.
Como resultado de eso, muchos soldados se
establecieron en Filipos. Era una ciudad muy dura, pagana hasta la médula. Y si
usted era un ciudadano de Filipos, a usted se le daba el estatus de un
ciudadano Romano. Reflejaba todo el paganismo de Roma, toda la idolatría, era
un lugar maligno y perverso. El Señor guio al apóstol Pablo a establecer la
primera iglesia en Europa, en Filipos, en su segundo viaje misionero. Usted
recuerda la historia, ¿verdad? Hechos 16, lo metieron a la cárcel. Y él estaba
cantando con Bernabé en la cárcel, y fueron soltados de la cárcel, y esa
primera iglesia fue fundada.
Los creyentes ahí eran desesperadamente pobres,
lo único que tiene que hacer es ver 2 Corintios capítulo 8, y usted va a leer
ahí acerca de los santos pobres de Macedonia. Eso eran los Filipenses. Eran
pobres de manera desesperada. Pablo dice que fueron generosos, pero dieron a
partir de su pobreza profunda. Literalmente estaban nadando en un mar de
paganismo. Y una sociedad vulgar y baja, influenciada primordialmente por ex
soldados. Cuándo la iglesia fue plantada por el apóstol Pablo, fue
atacada.
Atrás en el capítulo 1, versículo 28, Pablo
dice: “Y en nada intimidados por los que se oponen,” “en nada intimidados por
los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, más para
vosotros de salvación; y esto de Dios. Porque a vosotros os es concedido a
causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,
teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.”
No se alarmen por la persecución. Se les ha concedido por causa de Cristo,
sufrir.
Entonces, esta es una iglesia aislada en el
mundo Romano. La única iglesia en Europa, en una mar de paganismo. Para
empeorar el asunto, la iglesia fue atacada por falsos maestros, observe el
capítulo 3, versículo 2: “Guardaos de los perros, guardaos de los malos
obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.” Legalistas judíos habían
venido y atacado, ahí en el versículo 18, “porque por ahí andan muchos, de los
cuales os dije muchas veces y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de
la cruz de Cristo, el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el
vientre, y cuya gloria es su vergüenza, que solo piensan en lo terrenal.” Su
gloria está en su vergüenza. Se jactan de su impiedad.
Esta es una iglesia pobre, esta es una iglesia
perseguida, esta es una iglesia que está siendo atacada por falsos maestros,
ésta también es una iglesia que está luchando de manera fuerte con la discordia
y la división. Y ciertamente estamos familiarizados con eso. Atrás en el
capítulo 2, “Por tanto si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo
de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna
misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor,
unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria;
antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él
mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de
los otros.”
Con esta última cita queremos finalizar esta
entrega, dando gracias a Dios porque sé que Él vive y aun en medio de persecuciones,
dolor y conflictos Él es Fiel y esta con nosotras para que vivamos justa y
piadosamente y también para que aprendamos a ser prudentes y fieles y estemos
quietas orando, pidiendo que Dios ponga un cerco de Ángeles nuestro alrededor.
Consejera Bíblica Certificada
Abarcando Finanzas y Matrimonio
Master en Educación Docencia y Gerencia
Universitaria
Cuatro Anos de Teología Bíblica
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