Miniseria "Sanando mi ira con la gracia de Dios” - Parte 2 “Escuchando lo que la Ira Me Quiere decir”

 

Amadas hermanas y amigas, La Soberana Gracia de Nuestro Gran Dios y salvador Jesucristo sea con sus vidas. He estado orando e inquietada por mi ministerio de enseñanza a través de la producción de libros, estudios, devocionales para mujeres de todas las edades, que he sentido ha sido mi llamado desde que tenía 20 años. Desde entonces he enseñado en varios grupos y estudios y ha sido para mí un privilegio orar en grupo y enseñar, pido la Gracia de Dios para seguir haciéndolo.

Queridas hermanas y queridas lectoras, hoy veremos la segunda parte de esta miniserie sobre la ira. Veremos “Escuchando lo que la Ira Me Quiere decir”

 

Día 2: Escuchando lo que la Ira Me Quiere Decir

Versículo del día:
“El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio al fin la sosiega.” — Proverbios 29:11

Reflexión espiritual:

La ira muchas veces encubre dolor, injusticia o necesidad de límites. Escucha lo que hay debajo. Te invito a actuar con madurez, cuando estamos airadas, veamos si estamos pasando por alguna necesidad, frustración, dolor, si alguien nos está irritando por envidia o por contienda irracional., veamos si alguien nos esta atacando injustamente, esta violando nuestros espacios, violando los limites, revisemos si hay abuso de alguna indole que no podemos controlar, robo de identidad, provocaciones, algun desorden o si alguien esta desordenando nuestro orden, valga la redundancia. Dios es nuestra fuente de poder y La Palabra de Dios nuestro aliento y guía.

Ejercicio Emocional:

1. Elige una situación de ira reciente, escríbela.
2. Pregúntate: ¿Qué herida interna tocó esta situación? ¿Qué necesidad no fue satisfecha?
3. ¿Qué debo hacer ahora?
4. Que reajustes debo hacer?

Oración del día:

Padre, perdóname por favor, perdona mis fallas. Gracias por este día, por este estudio, ¡gracias por Tu Palabra Oh! Señor. Enséñame a escuchar con sabiduría lo que mis emociones me quieren mostrar. Hazme sensible a mi propio corazón. No me dejes, lléname de tu paz, de tu amor. Te necesito Señor. Ayudame a hacer los resjustes necesarios y reordenar mi vida y entorno. En el Nombre de Jesús. Amén.

Aprendamos y pongamos en practica la confianza en Dios, pongamos limites claros. Mantengamonos en familia y un grupo cercano de confianza. Centremonos en La Paabra de Dios. Oremos.

Evelyn Calcaño Cepeda

Escritora y Educadora

Consejera Biblica Certificada