En uno de los estudios de mujeres en el cual participo, en el mes de marzo
tuvimos viendo y hablando sobre el rol de la mujer, lo cual, en la soberanía de
Dios coincidió con el tema de una conferencia par a mujeres de nuestra iglesia
con el tema Abrazando Tu Rol con Gozo. Me animé a participar y días antes de la
conferencia comencé a escribir y describir los roles de la mujer y el rol para
el cual Dios nos creó.
Es interesante ver y leer la descripción de la mujer de Proverbios 31, una
mujer definida, trabajadora, esforzada, diligente, modelaba modestia, sumisa,
buena madre, productiva, buena esposa, virtuosa, hacendosa, y muchas otras
buenas cualidades que se pueden ver cuando leemos Proverbios 31.
Es un honor y un gran privilegio el que Dios me da al poder escribir y
transcribir estas enseñanzas para recordarme a mí, mi rol de mujer y para
bendecir y edificar la vida muchas mujeres que son lectoras de mi página web.
Para sustentar la primera parte de nuestro tema de hoy, leamos Proverbios
31:10-31 y leamos Deut. 28:1-2, 13-14, Deut. 28:15, Deut. 30:14-15, 19-20 y Deut. 5:29
A modo de introducción quiero resaltar la enseñanza de que la mujer
virtuosa debe ser afable, no contenciosa, tener los frutos del Espíritu y
pedirle dirección al Señor y confiar en su perfecta voluntad.
Nuestra valía viene de Dios. Somos diseño divino hijas del Rey. Cada uno de
nuestros roles como mujeres toman sentido en los planes de Dios. El afirma en
nosotras nuestra identidad.
Como mujeres si somos casadas debemos primeramente pedir sabiduría de Dios.
¿Preguntarnos qué debo hacer por mi esposo? ¿Qué debo hacer por mi casa? ¿Qué
debo hacer por mi familia? ¿Qué debo hacer por mis hijos?
¿Si somos solteras, que podemos hacer en nuestro hogar? ¿Qué hacer con
nuestros padres y hermanos? ¿En qué debemos invertir? ¿Cómo servir en el ministerio?
¿Cómo servir a los demás?
Desarrollando nuestro tema, Actuando en estas preguntas, aun en silencio,
debo actuar y edificar mi vida y mi casa sin abundar mucho y sin muchas
explicaciones. Debemos procurar la sabiduría y la inteligencia. Esto es un
mandato y una responsabilidad según Prov. 1:7, 2:6 y 4:7.
Luego de ver la sabiduría y la inteligencia, debemos retomar nuestra
identidad delante de Dios y vernos como Dios nos creó desde el principio: Nos
creó como ayuda idónea, perfecta, completa, procreadora, buena, sabia, buena
compañera, dadora de vida.
Si somos solteras nos corresponde también ser esa mujer de Proverbios 31 en
nuestra casa. Dios nos llama, a de manera silente trabajar, ser productiva,
vestir con modestia, no ser contenciosa, ser amables, serviciales, honrar a las
autoridades que tengamos en esta etapa de soltería (nuestros padres si los
tenemos con nosotras, nuestros jefes, las autoridades de la iglesia, en la
universidad, en el trabajo) servir a nuestro país, amar la Palabra de Dios y
obedecerla, ser mujeres de oración.
Esto que hemos descrito anteriormente es nuestra parte introductoria acerca
de nuestro Rol. De manera práctica estaremos viendo algunas enseñanzas
Bíblicamente.
Evaluemos ahora, cual es nuestro rol en este momento. ¿En qué etapa
estamos?
1. Casadas
2. Solteras
3. Divorciadas
4. Abuelas
5. Tías
6. Viudas
7. Madre soltera
8. Escritora
9. Maestra
10. Conferencista
11. Mujeres que trabajan fuera del hogar
12. Encargada de un ministerio en la iglesia
13. Gerente de un departamento
14. Directora de nuestra propia empresa
15. Directora o Encargada de un Área en el Gobierno
Pensemos y evaluemos cual es nuestro rol, vengamos a los pies de Nuestro
Señor Jesucristo y abrasemos con responsabilidad nuestro rol, valoremos y
apreciemos lo que Dios nos ha permitido y nos está permitiendo hacer y
hagámoslo con amor, dedicación, responsabilidad, actuemos con principios y fe,
sin dejar a un lado las responsabilidades que Dios nos dio desde el principio
de ser ayuda idónea, actuamos con sumisión, dispongamos nuestro corazón a
invertir bien, invertir en el Reino; que Dios sea lo primero en nuestras vidas
y luego seamos dedicadas y responsables en el rol que Dios nos ha colocado.
Vemos la importancia de ser ayuda idóneas y veamos algunos principios para ser
esa mujer de Dios como la Mujer de Proverbios 31.
“Una
ayuda idónea”
La expresión de “ayuda
idónea” algunas veces se considera como algo negativo. Pero Dios no pretendía
que la mujer fuera una persona inferior o débil. La palabra hebrea traducida
como “ayuda” o ”ayudante” es utilizada 21 veces en el Antiguo Testamento, y la
mayoría de ellas están en el contexto de la ayuda que vendría de Dios mismo.
¡La ayuda de Dios no podría ser inferior o débil! El papel que Dios le dio a
Eva era el de fortalecer la familia. Adán no estaba completo en sí mismo y Eva
recibió la capacidad de ayudar a desarrollar esa totalidad. El papel de la
mujer no es menor ni inferior, sino diferente al del hombre. Y Dios no la dejó
sin instrucción en las Escrituras acerca de su papel.
Cómo definir
el sometimiento
Para muchos en la
actualidad la palabra sometimiento es un término muy ofensivo.
Algunos llegan hasta el punto de desear quitarlo de sus votos matrimoniales por
completo, a pesar de las instrucciones de Dios. Por medio del apóstol Pablo,
Dios les dice a las esposas: “Estén sujetas a sus propios maridos, como al
Señor” (Efesios 5:22). ¿Qué significa esto?
El diccionario define
el sometimiento como “ceder al gobierno o a la autoridad… ceder uno mismo a la
autoridad o voluntad de otro… someterse o consentir en aceptar la opinión o
autoridad de otro”. El sometimiento es ceder, aceptar la autoridad de otro, en
este caso de su esposo. El sometimiento como Dios lo concibe es algo que debe
recibirse, no algo que debe ser exigido o demandado. En el matrimonio es un
acto de amor y respeto.
Dios claramente le dio
al hombre el papel de líder en la familia (Efesios 5:23; 1 Corintios 11:3). Es
importante anotar que los esposos deben someterse a la autoridad de Cristo
(Dios les dio a los esposos instrucciones acerca de su papel en la familia).
Una esposa no se debe
someter al comportamiento abusivo o perverso de su esposo, y un esposo no debe
exigir sometimiento de su esposa para aceptar ningún comportamiento abusivo o
impío por parte de él. Pero cuando ambos papeles en el aspecto del sometimiento
se viven de una manera justa, probablemente el matrimonio tendrá paz y armonía.
Un ejemplo para seguir
La mujer de proverbios
31 ha sido exhibida con frecuencia como un ejemplo excelente de una mujer,
esposa y madre. ¿Qué podemos aprender de esta sección de las Escrituras acerca
del papel de la mujer?
En los versículos 11 y
12 leemos que ella tiene la confianza total de su esposo porque él sabe que
ella no hará nada que perjudique a su familia. Esta clase de confianza y
entendimiento no podría darse si no hubiera una gran comunicación entre ellos.
En su sometimiento a su esposo ella trabaja con él para cumplir las metas de la
familia.
Vemos que ella es
digna de confianza.
La frase: “Su marido
es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra” (v.
23), indica que su esposo es un miembro respetado de la comunidad. Esto es
interesante, porque nos permite entender que él sería menos respetado si ella
lo avergonzara con sus palabras o acciones.
Ella
es honorable.
“Su marido también la
alaba” (v. 28) revela la fortaleza de su relación y la apreciación que él
siente por su labor. Ella es genuina y tiene un corazón que sirve. Ella es una
protectora de su hogar —su familia (v. 27).
Su amor y cuidado por
sus hijos es algo evidente. Ella está atenta a sus necesidades (vv. 15 y 21) y
se asegura de tener buen alimento y vestimenta apropiada. El hecho de que sus
hijos la alaben (v. 28) muestra que han sido educados para respetar y valorar
los esfuerzos de otros.
Ella
es una madre amorosa.
Esta firme mujer tiene
un impacto más allá de su propia familia. Ella es justa con aquellos que
trabajan para ella (v. 15), Ayuda a los necesitados (v. 20) y siempre es sabia
con sus palabras, sin caer nunca en el chisme o la necedad (v. 26).
Ella
es una mujer según Dios.
Esta mujer también es
buena para los negocios. Leemos que compra un campo, tiene ganancias y las
invierte en una viña (v. 16). Ella tiene sus propios negocios (v. 24) y es
competente en todos los aspectos de la manufactura y el mercadeo. Ella es
diligente e industriosa, y podemos ver porque su esposo confía tanto en ella.
Ella
es sabia y recursiva.
Lo que encontramos es
la descripción de una mujer fuerte, segura, según Dios. Ella reconoce sus
talentos y los usa bien. Si bien es cierto que está involucrada en muchas
actividades tanto fuera como dentro del hogar, el centro de todo, sin embargo,
alrededor del cual gira todo, es su familia.
Ella
es productiva
Es trabajadora, es
planificada, ordenada. Trabaja para sostener juntamente con su esposo, el
hogar, apoya a su esposo en la provisión para mantener un hogar ordenado, lleno
de provisión y se preocupa por su testimonio y el del esposo.
Podemos decir tantas
cosas de la Mujer Virtuosa de Proverbios 31. Clemente, da bien y no mal, es
productiva, no calumniadora, dadora de vida, respetuosa, viste decorosamente,
ordenada, elegante, humilde y sencilla, provee para su casa, tiene sus hijos en
sujeción, apoya a su esposo, es corona de su marido, administra bien el hogar.
Reflexionemos en qué
lugar nos ha puesto Dios en este momento, o el lugar o punto que Dios ha
permitido que estemos, valoremos lo que Dios nos ha dado, seamos responsables,
abracemos ese rol, oremos y pidamos a Dios que nos ayude a estar en el centro
de su voluntad, haciendo las cosas correctamente.
No te desanimes por
las pruebas, crisis, limitaciones, conflictos o situaciones adversas, busquemos
a Dios en oración y con La Palabra de Dios ordenemos cada área de nuestra
vida, sirvamos con amor y fidelidad, dando bien y no mal. Abracemos el ROL que
Dios nos ha dado como mujer, con gozo y esperanza. Dios es fiel y nos ayudara.
Que Dios bendiga tu
vida, te prospere, bendiga tus manos y tus esfuerzos y supla todas tus
necesidades. ¡Animo!!!
Fielmente,
Tu Amiga y hermana,
Evelyn
Calcaño Cepeda
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