Fortalece tu fe y renueva tu gozo al recordar algunas de las muchas promesas de Dios que encontramos en la Biblia.
Estamos iniciando este nuevo año, con incertidumbre,
limitaciones, sobrepasando el Coronavirus, todavía en confinamiento. Este es un
tiempo, luego de plasmar nuestros planes, luego de organizar todas las áreas de
nuestra vida, tener nuestro tiempo de oración y ayuno “Pronto publicare sobre
el ayuno para acercarnos más a Dios y presentar nuestro ano y nuestras metas,
nuestra vida y nuestros deseos a Dios”, luego de limpiar nuestro corazón, organizarnos
para quitar los lastres de nuestra vida; este es un tiempo para ver las
promesas de Dios y confiar en Él. Te animo a ver estos 68 Citas Bíblicas con Promesas que te ayudaran y refrescaran. Pongamos
nuestros ojos en Dios, carguemos nuestro corazón de La Palabra de Dios, Nuestro
Refugio, Nuestra Esperanza, Nuestra Fortaleza esta en Dios y es Nuestro Señor
Jesucristo. No desmayemos.
Te invito y te animo a estar
en quietud, leyendo cada una de estas promesas y puedes elegir algunas para
memorizar y hacerla parte de tu vida.
Puedes tomarte una hora para
leer estas promesas y luego orar.
1.
Filipenses 4:6-7
No
se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en
Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7)
2.
1 Juan 1:9
Si
confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos
limpiará de toda maldad.
(1
Juan 1:9)
3.
Números 23:19
Dios
no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo
que promete ni lleva a cabo lo que dice?
(Números 23:19)
4.
1 Juan 2:25
Esta
es la promesa que él nos dio: la vida eterna.
(1 Juan 2:25)
5.
Juan 3:16-17
Porque
tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree
en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
(Juan 3:16-17)
6.
2 Corintios 1:20
Todas
las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo
respondemos «amén» para la gloria de Dios.
(2 Corintios 1:20)
7.
Salmo 1:1-3
Dichoso
el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de
los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del
Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la
orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se
marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!
(Salmo 1:1-3)
8.
Salmo 27:10
Aunque
mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos.
(Salmo 27:10)
9.
Salmo 31:19-20
Cuán
grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen, y que a la vista de la
gente derramas sobre los que en ti se refugian. Al amparo de tu presencia los
proteges de las intrigas humanas; en tu morada los resguardas de las lenguas
contenciosas.
(Salmo 31:19-20)
10.
Salmo 31:23-24
Amen
al Señor, todos sus fieles; él protege a los dignos de confianza, pero a los
orgullosos les da su merecido. Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que
en el Señor esperan.
(Salmo 31:23-24)
11.
Salmo 32:7-8
Tú
eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de
liberación. Selah. El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que
debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.
(Salmo 32:7-8)
12.
Salmo 68:5
Padre
de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su morada santa.
(Salmo 68:5)
13.
Salmo 92:12-15
Como
palmeras florecen los justos; como cedros del Líbano crecen. Plantados en la
casa del Señor, florecen en los atrios de nuestro Dios. Aun en su vejez, darán
fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos, para proclamar: «El Señor es justo;
él es mi Roca, y en él no hay injusticia».
(Salmo 92:12-15)
14.
Juan 4:13-14
Todo
el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, pero el que
beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de
él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
(Juan 4:13-14)
15.
Juan 14:1-3
No
se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre
hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a
prepararles un lugar. Y, si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos
conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté.
(Juan 14:1-3)
16.
Juan 16:33
Yo
les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán
aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
(Juan 16:33)
17.
Apocalipsis 3:20
Mira
que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré,
y cenaré con él, y él conmigo.
(Apocalipsis 3:20)
18.
Isaías 40:30-31
Aun
los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los
que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas:
correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
(Isaías 40:30-31)
19.
Juan 11:25-26
Entonces
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá,
aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?
(Juan 11:25-26)
20.
Mateo 11:28
Vengan
a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.
(Mateo 11:28)
21.
Santiago 1:12
Dichoso
el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la
vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.
(Santiago 1:12)
22.
Romanos 10:8b-10
Esta
es la palabra de fe que predicamos: que, si confiesas con tu boca que Jesús es
el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás
salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se
confiesa para ser salvo. (Romanos 10:8b-10)
23.
Juan 3:36
El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo
que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios.
(Juan 3:36)
24.
Juan 5:24
Ciertamente
les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna
y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
(Juan 5:24)
25.
Juan 1:12
Mas
a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de
ser hijos de Dios. (Juan 1:12)
26.
Romanos 10:12-13
No
hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es Señor de todos y
bendice abundantemente a cuantos lo invocan, porque «todo el que invoque el
nombre del Señor será salvo». (Romanos 10:12-13)
27.
1 Juan 5:11-12
Y
el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su
Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no
tiene la vida. (1 Juan 5:11-12)
28.
1 Juan 5:14-15
Esta
es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su
voluntad, él nos oye. Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones,
podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.
(1 Juan 5:14-15)
29.
2 Corintios 5:17
Por
lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado,
ha llegado ya lo nuevo! (2 Corintios 5:17)
30.
2 Corintios 9:7-8
Cada
uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por
obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios puede hacer que toda
gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia,
tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.
(2 Corintios 9:7-8)
31.
Hebreos 10:23
Mantengamos
firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.
(Hebreos 10:23)
32.
Hebreos 13:8
Jesucristo
es el mismo ayer y hoy y por los siglos. (Hebreos 13:8)
33.
Isaías 45:22-23
Vuelvan
a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra, porque yo soy Dios, y no
hay ningún otro. He jurado por mí mismo, con integridad he pronunciado una
palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, y por mí jurará toda
lengua.
(Isaías 45:22-23)
34.
Salmo 51:17
El
sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias
al corazón quebrantado y arrepentido. (Salmo 51:17)
35.
Salmo 145:13
Tu
reino es un reino eterno; tu dominio permanece por todas las edades. Fiel es el
Señor a su palabra y bondadoso en todas sus obras. (Salmo 145:13)
36.
Salmo 85:8-9
Voy
a escuchar lo que Dios el Señor dice: él promete paz a su pueblo y a sus
fieles, siempre y cuando no se vuelvan a la necedad. Muy cercano está para
salvar a los que le temen, para establecer su gloria en nuestra tierra.
(Salmo 85:8-9)
37.
Salmo 119:50
Este
es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida.
(Salmo 119:50)
38.
Salmo 23:1-4
El
Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a
tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de
justicia por amor a su nombre. Aun si voy por valles tenebrosos, no temo
peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.
(Salmo 23:1-4)
39.
Salmo 24:3-5
¿Quién
puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo? Solo el
de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por
dioses falsos. Quien es así recibe bendiciones del Señor; Dios su Salvador le
hará justicia. (Salmo 24:3-5)
40.
Salmo 55:22
Encomienda
al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede
abatido para siempre. (Salmo 55:22)
41.
Proverbios 11:28
El
que confía en sus riquezas se marchita, pero el justo se renueva como el
follaje. (Proverbios 11:28)
42.
Proverbios 3:33
La
maldición del Señor cae sobre la casa del malvado; su bendición, sobre el hogar
de los justos. (Proverbios 3:33)
43.
Proverbios 4:18
La
senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su
esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud.
(Proverbios 4:18)
44.
Jeremías 17:7-8
Bendito
el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol
plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que
llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se
angustia, y nunca deja de dar fruto. (Jeremías 17:7-8)
45.
Salmo 91:1-4
El
que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le
digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío».
Solo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues
te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu
escudo y tu baluarte! (Salmo 91:1-4)
46.
Salmo 91:9-11
Ya
que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún
mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. Porque él
ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos.
(Salmo 91:9-11)
47.
Salmo 91:14-16
Yo
lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.
Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo
libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré
gozar de mi salvación. (Salmo 91:14-16)
48.
Salmo 46:10
Quédense
quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo
seré enaltecido en la tierra! (Salmo 46:10)
49.
Salmo 55:22
Encomienda
al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede
abatido para siempre. (Salmo 55:22)
50.
Isaías 25:8
Devorará
a la muerte para siempre; el Señor omnipotente enjugará las lágrimas de todo
rostro, y quitará de toda la tierra el oprobio de su pueblo. El Señor mismo lo
ha dicho. (Isaías 25:8)
51.
Isaías 26:3-4
Al
de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía. Confíen en
el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna. (Isaías 26:3-4)
52.
Lucas 11:13
Pues,
si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más
el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!
(Lucas 11:13)
53.
Lucas 12:32
No
tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles
el reino. (Lucas 12:32)
54.
Hebreos 4:16
Así
que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia
y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
(Hebreos 4:16)
55.
Salmo 133:1-3
¡Cuán
bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Es como el buen
aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de
Aarón, hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío de Hermón que va
descendiendo sobre los montes de Sión. Donde se da esta armonía, el Señor
concede bendición y vida eterna. (Salmo 133:1-3)
56.
Salmo 30:5
Porque
solo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche
hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría. (Salmo 30:5)
57.
Salmo 34:4-7
Busqué
al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Radiantes están los
que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza. Este pobre clamó, y el
Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias. El ángel del Señor acampa en
torno a los que le temen; a su lado está para librarlos.
(Salmo 34:4-7)
58.
Salmo 34:17-19
Los
justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias. El Señor
está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.
Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas.
(Salmo 34:17-19)
59.
Salmo 25:1-3
A
ti, Señor, elevo mi alma; mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo
humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí. Quien en ti pone su
esperanza jamás será avergonzado; pero quedarán en vergüenza los que traicionan
sin razón. (Salmo 25:1-3)
60.
Salmo 25:8-9
Bueno
y justo es el Señor; por eso les muestra a los pecadores el camino. Él dirige
en la justicia a los humildes, y les enseña su camino.
(Salmo 25:8-9)
61.
Salmo 48:14
¡Este
Dios es nuestro Dios eterno! ¡Él nos guiará para siempre!
(Salmo 48:14)
62.
Salmo 84:11
El
Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda
generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha.
(Salmo 84:11)
63.
Salmo 37:3-6
Confía
en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel. Deléitate
en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu
camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el
alba; tu justa causa, como el sol de mediodía.
(Salmo 37:3-6)
64.
Salmo 103:1-6
Alaba,
alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al
Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y
sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y
compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas. El
Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos. (Salmo 103:1-6)
65.
Salmo 103:12-14
Tan
lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el
occidente. Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre
con sus hijos. Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro.
(Salmo 103:12-14)
66.
Salmo 147:5-6
Excelso
es nuestro Señor, y grande su poder; su entendimiento es infinito; El Señor
sostiene a los pobres, pero hace morder el polvo a los impíos.
(Salmo 147:5-6)
67.
Apocalipsis 7:13-17
Entonces
uno de los ancianos me preguntó: Esos que están vestidos de blanco, ¿quiénes
son, y de dónde vienen?
—Eso usted lo sabe, mi señor —respondí.
Él me dijo: Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han
lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero. Por eso están delante
del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo; y el que está sentado
en el trono les dará refugio en su santuario. Ya no sufrirán hambre ni sed. No
los abatirá el sol ni ningún calor abrasador. Porque el Cordero que está en el
trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios les enjugará
toda lágrima de sus ojos. (Apocalipsis 7:13-17)
68.
Apocalipsis 21:3-4
Oí
una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres
humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán
su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda
lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque
las primeras cosas han dejado de existir. (Apocalipsis 21:3-4)
Confía en El Señor y haz el bien siempre, vence con el
bien el mal, se paciente y humilde, ayuda al necesitado. Tengamos esperanza y
que nuestra fortaleza sea en el Señor.
Sinceramente, Tu amiga y
hermana,
Evelyn
Calcaño Cepeda
Fuentes Bibliográfica:
-Biblia Reina Valera 1960
-Tomado de la Web de https://www.subiblia.com/versiculos-con-promesas-Dios/
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