Amadas hermanas y amigas, la Gracia de
Dios sea con ustedes. En nuestro estudio de hoy estaremos viendo “Como Debemos Atender
a Nuestros Adolescentes”. La etapa de
los adolescentes es un tema importante porque es la edad de la oportunidad.
Hace varios años trate el tema de los adolescentes y publique sobre este mismo
tema y resalte principios que pude ver en el Libro La Edad de la Oportunidad,
excelente como guía para orientarnos en el manejo de nuestros adolescentes y
como debemos entenderlos y encaminarlos.
Hoy veremos la primera parte de nuestro estudio.
Es importante ver primeramente y que recordemos algunas definiciones sobre la adolescencia:
La
Organización Mundial de la Salud define a la adolescencia como
el período de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad
adulta.
La adolescencia es el período de
transición entre la niñez y la adultez. Incluye algunos cambios grandes, tanto
en el cuerpo como en la forma en la que un joven se relaciona con el mundo.
La cantidad de cambios físicos, sexuales, cognitivos, sociales y
emocionales que ocurren en esta época pueden causar expectativas y ansiedad
tanto a los niños como a sus familias. Entender qué se puede esperar en las
distintas etapas puede promover un desarrollo saludable durante toda la
adolescencia y a principios de la adultez.
La adolescencia es la edad que sucede a la niñez y que transcurre desde la pubertad hasta la edad adulta. Se acompaña de intensos cambios.
La adolescencia es una etapa del desarrollo que se caracteriza por la transición entre la niñez y la adultez, y tiene como objetivo prepararnos para asumir.
Etapas de la Adolescencia
Usualmente
se distinguen dos etapas distintas dentro del período de la adolescencia:
· La Adolescencia Temprana. El
inicio de esta primera etapa lo marca la entrada en la pubertad y el inicio de
los cambios físicos que conducen al cuerpo hacia la maduración sexual y
biológica. Esto ocurre a los 10 u 11 años de edad (en algunos casos desde los
9) y finaliza alrededor de los 14 o 15.
· La Adolescencia Tardía. Esta
segunda y última etapa comprende entre los 14 o 15 años de edad hasta los 19 o
20, y normalmente se caracteriza por la entrada paulatina del individuo en la
adultez, sobre todo por la aparición progresiva de las características
psicológicas y emocionales que la maduración implica.
Veamos ahora nuestro primer punto importante para tratar con nuestros adolescentes.
1.
Cómo
ser amiga de mi hijo adolescente
La Adolescencia es un hermoso período de transición en el cual el niño se convierte, de la noche a la mañana, en un hombre o una mujer.
Ocurre entre las edades de 13 a 19 años. Al igual que a cualquier bebé, al niño le ocurren un sinnúmero de cambios físicos muy visibles y de manera muy rápida.
Se le ha llamado muchas veces un “tiempo difícil” porque ni el mismo joven puede a veces asimilar todo lo que le está sucediendo, no solo en su apariencia externa sino en su interior.
Su cuerpo cambia de un día para otro, y así mimo su interior va madurando, asimilando, creando nuevas convicciones y opiniones que lo van formando en el hombre o la mujer que será mañana.
Creo que todos, sin exagerar, hemos oído alguna vez lo difícil que ha sido la etapa de la adolescencia para algunos padres para con sus hijos; al punto que hemos alguna vez sentido miedo de:
2. ¿Cómo
enfrentar este momento? ¿Cómo poder ser amigo de mi hijo adolescente?
Esto me hace remontar a una Anécdota, que les contaré, fue algo que pasé y me servirá de ilustración para dónde los quiero llevar.
En una ocasión mi esposo, como pastor, fue invitado a otra congregación a dar una charla a los padres de “Cómo tratar a sus hijos Adolescentes”. Cuando llegamos al lugar, luego de estar ya todos reunidos, mi esposo preguntó:
¿Quiénes tienen sus hijos de 6 a 12años? Ya Uds. están un poco tarde.
¿Quiénes tienen hijos adolescentes? Solo les resta orar por ellos, no creo puedan hacer mucho ya para ese momento.
Espero hayan entendido que la anécdota solo era para dejar ver la importancia de sembrar a tiempo. No se puede ser amigo de su hijo adolescente, si no es amigo de su hijo siendo bebé, amigo de su hijo siendo niño, amigo de su hijo siendo joven. Lo más hermoso es poner mor en ellos, mostrarles amor y ser pacientes y entender que nosotros pasamos por esa etapa, recordémosla y seamos comprensivos con nuestros adolescentes.
No es una fórmula para el momento, como una medicina de una solo toma. Es un tratamiento diario, de por vida.
Viene un bebé a la familia, al matrimonio, y ya ese bebé genera amor hacia él. Pues ese amor debe durar para siempre.
Ama a tu hijo, gana su amor. Gana su amistad, gana su confianza, gana su preferencia. Que quiera estar a tu lado, identifícate con él, juega con él, descubre con él, acompáñale, compréndele, anímale, que nadie te sustituya.
Que puedan conversar todo y de todo. Que no tenga otro amigo mejor que tú, enséñale el valor de la amistad y para qué sirven los buenos amigos; asimismo, que pueda identificar y asegurar su sexo; atención aquí de manera especial, a los padres con sus hijos varones y a las madres con sus hijas mujeres. Siempre recomiendo que los padres sean amigos de sus hijos y que los papas se reúnan siempre con sus hijos varones y que más madres se reúnan y den seguimiento de manera especial a las jovencitas.
El que lo acompaña en las buenas y en las malas.
El que disfruta con él.
Con quien puede conversar todo.
De quien puede recibir consejo.
En quien puede confiar.
Con quien puede reír y llorar.
Quien está disponible en cualquier ocasión.
Si logras ser amigo de tu hijo desde pequeño…
¿NO lo será cuando crezca?
Ubícate de su lado siempre, No de frente y en
contra.
Quiero invitarte a que leamos unos versículos para fortalecernos y ver la dirección de Dios.
Alégrate, joven, en tu adolescencia, y
tome placer tu corazón en los días de tu juventud; y anda en los caminos de tu
corazón, y en la vista de tus ojos; mas sabe, que sobre todas estas cosas te
traerá Dios a juicio.
Oremos por nuestros hijos, oremos por
nuestros adolescentes, oremos para que seamos buenos padres, considerados,
prudentes, proveedores. Madres, seamos Madres Unidas Orando siempre, veremos
los frutos. Tengamos fe.
Estamos iniciando un nuevo año escolar,
algunos van a la universidad, oremos por ellos y su futuro. Seamos proveedoras
y maestras del bien.
Consejera Bíblica Certificada
Abarcando Finanzas y Matrimonio
Master en Educación Docencia y Gerencia
Universitaria
Cuatro Anos de Teología Bíblica
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