Amadas hermanas y amigas, la Gracia de Dios sea con ustedes. En nuestro estudio de hoy estaremos viendo “Como Debemos Atender a Nuestros Adolescentes”. La etapa de los adolescentes es un tema importante porque es la edad de la oportunidad. Hace varios años trate el tema de los adolescentes y publique sobre este mismo tema y resalte principios que pude ver en el Libro La Edad de la Oportunidad, excelente como guía para orientarnos en el manejo de nuestros adolescentes y como debemos entenderlos y encaminarlos.
Hoy veremos la segunda parte de nuestro
estudio.
Les invito a ver la siguiente página para mayor enriquecimiento: Fuente: https://concepto.de/adolescencia-2/#ixzz8B3jy8ozL
Entendiendo
a Nuestros Adolescentes:
Es muy importante que entendamos que ya nosotros pasamos por su edad; pero él no ha pasado por la nuestra.
Debemos razonar con nuestros adolescentes cualquier desacuerdo, no le impongas leyes sin aclaraciones, esto no quiere decir que las vamos a cambiar o que ellos no las obedecerán. Seamos complacientes siempre que se pueda. Ellos también deben aprender que no todo se puede ni se logra en el momento que ellos quieran. Por eso, si algo No se puede, No se puede.
Busquemos actividades que los mantengamos ocupados. Una mente y un cuerpo en ociosidad traerán como resultado, nada bueno.
Además, es una buena técnica para alejarlos un poco de la esclavitud del modernismo cibernético, que tanto afecta, si no es controlado correctamente.
Seamos amigos de sus amigos, solo así sabremos quienes están influyendo sobre ellos y porqué hacen lo que hacen, conducta, modo de hablar, vestir, lugares que visitan, entre otros.
Oigamos su música, solo así la podremos criticar o afirmar; no se las prohibamos sin razonar con ellos, que vean nuestros puntos de vista y hagamos recomendaciones. Ya están en una edad que son capaces de pensar y razonar también.
Veamos sus películas y programas preferidos, así como hacíamos cuando eran pequeños, se las vamos comentando y resaltando el pecado que en ellas aparece, que de seguro hay en abundancia (adulterio, mentiras, homosexualismo, envidias, robo, violencia, entre otros ).
Pongamos leyes claras para que sean obedecidas igualmente por todos los miembros de la familia sin acepción, hermanos pequeños y grandes. Las consecuencias por la desobediencia variarán de acuerdo con la edad de cada hijo:
Desde una pela en las
“nalguitas”.
Eliminar una salida
especial con sus amigos.
Cesar derechos o
privilegios, como quitarle la llave del carro o de la casa, quitarle su
celular.
Este tema debe ser bien conversado entre los padres, para saber que de estas cosas ellos podrán usar para desenvolverse y es recomendable, que si aprendan a manejar y completen todos sus ciclos, pero que sea moderado el tema de los celulares y manejar a temprana edad, así como el maquillaje de las jovencitas.
Nuestro hijo(a) debe ver y saber que le amamos, que somos sus padres y que solo queremos su bien.
Es bueno recordar que El Señor mismo nos ha puesto en la posición de autoridad como padres, y que nos pedirá cuenta por ella, por lo que nosotros también estamos sujetos a obediencia.
Reconozcamos ante ellos nuestros errores, pidámosle perdón cada vez que sea necesario, no somos perfectos, solo pecadores igual que ellos, pero que desean hacer lo correcto.
No perdamos la oportunidad de asegurarnos de la decisión más importante que nuestro hijo puede tomar, que es la Salvación de su alma, en un arrepentimiento genuino, no nos durmamos pensando que ya lo hizo cuando era pequeño, aseguremos su decisión. Es mi oración que cada adolescente que está a mi alrededor, mis hijos, mis sobrinos, mis alumnos tenga temor de Dios y sea ilustre. Pero debemos ayudar en esto orando en todo tiempo y dándoles sus oportunidades, ayudándoles a tener su vida organizada, que Dios provea todo lo necesario para ellos y que ellos completen su ciclo educativo y académico.
No provoquemos a ira a nuestros hijos, recordemos aquellas cosas que más nos molestaban que nos hicieran, y no las repitamos a ellos, veamos algunas recomendaciones:
• No los comparemos.
• No los critiquemos.
• No nos burlemos de ellos en frente de otros.
• No les gritemos o insultemos.
• No les faltemos el respeto.
Efesios 6:4 dice:
“Y vosotros padres, no provoquéis a ira
a vuestros hijos, sino criadles en disciplina y amonestación del Señor”.
Y Colosenses 3:21 dice:
“Padres no exasperéis a vuestros hijos,
para que no se desalienten”.
Démosle a conocer la importancia que es vivir cada etapa de sus vidas de manera plena y llena del Señor. Que su juventud es una etapa maravillosa que no debe desperdiciar. Recordémosle lo que aconseja El rey Salomón en Eclesiastés 12:1 donde dice:
“Acuérdate de tu Creador en los días de
tu juventud, antes que vengan los días malos y lleguen los años de los cuales
digas: No tengo en ellos contentamiento”.
Y también cuando dice en el capítulo
11:9,
“Alégrate, joven, en tu juventud,
y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos
de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas
te juzgará Dios”.
Tener buenos amigos es bueno y saludable.
Tener como “AMIGO” a tu hijo es una
experiencia Invaluable…
¡NO LA DESAPROVECHES!
A todas las madres y los padres, animo en este tiempo, oro por sabiduría, fortaleza, dominio propio, estamos pasando en tiempos difíciles, pero seamos fieles a Dios y pidamos el Poder de Dios y El Espíritu Santo para levantarnos cada día y hacer lo que tenemos que hacer.
Bendiciones del Altísimo para ustedes,
Fielmente,
Consejera Bíblica Certificada
Abarcando Finanzas y Matrimonio
Master en Educación Docencia y Gerencia
Universitaria
Cuatro Anos de Teología Bíblica
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