En el estudio de hoy estaremos viendo una vez más, de manera más amplia el
tema sobre la participación de las mujeres en el púlpito, donde hombre
participan, es decir mujeres que predican en la congregación. Anteriormente
escribimos sobre la misión de la mujer, su lugar, su rol y de nuestra
responsabilidad y rol de aprender en silencio en la congregación. EN esta ocasión estaremos viendo el temas más ampliamente.
En este último siglo ha habido muchísimos cambios en el ámbito religioso de
nuestro mundo. Uno de los cambios más marcados es la gran libertad con la que
la Palabra de Dios es predicada en muchos países de habla hispana. En muchas
ciudades se han levantado, congregaciones de creyentes. Muchos de estos
creyentes están resueltos a mantenerse alejados de los sistemas y mandamientos
de hombres. Buscan vivir únicamente según la autoridad de las escrituras. Hasta
por los televisores y radios resuenan los ecos de predicas apasionadas. La
Palabra está siendo predicada como nunca antes. Ha habido un resurgir y
avivamiento, ha habido un interés marcado por el evangelio.
Es bueno esto, ¿verdad? El mismo apóstol Pablo escribió: “De todas maneras,
o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado y en esto me gozo” (Filipenses
1:18). Dios puede glorificar su nombre con toda predicación de la Palabra.
Los que con esta libertad proclaman la Palabra, también sin falta profesan
ser amadores de Dios y de su Palabra. Dan testimonio del poder de Dios que los
ha libertado de una vida de esclavitud al pecado. Testifican tener una relación
íntima con este Dios tan Poderoso. De hecho, estas son las mismas razones por
las cuales tienen el ansia de anunciar la Palabra a otros.
Lo más lógico es que los verdaderos amadores de Dios y de su Palabra
quieran anunciar la Palabra de la forma que Dios quiere que sea anunciada. Así
que, lo más lógico es que quieran seguir sus órdenes en todo. Jamás querrán
anunciar la Palabra de Dios de una forma que la deshonre.
Durante la última generación se ha visto otro cambio marcado dentro de este
grupo que anuncia la Palabra de Dios. Este cambio ha permitido que no solo los
hombres, sino también las mujeres prediquen la Palabra en las congregaciones.
Veamos el orden de Dios:
Como ya hemos notado, Dios puede glorificar su nombre con toda predicación
de la Palabra. Sin embargo, esto no nos da ningún derecho a salirnos de las
claras enseñanzas que nos enseña la misma Palabra. Ya sea que obedezcamos o no,
de todos modos, Dios puede recibir gloria. Pero si desobedecemos, perdemos
nuestra bendición y hacemos daño a otros.
Hablemos un poco sobre el papel
de ayuda idónea de la mujer, según el orden de Dios:
Los principios que delimitan el lugar de la hermana en la iglesia se
remontan al puro principio, cuando la mujer fue creada como “ayuda idónea” para
el hombre. El hombre fue creado como príncipe para gobernar sobre la creación,
mientras que la mujer fue creada para que fuera compañera y ayuda idónea del
hombre.
Ambos géneros hallaban su verdadero propósito y valor primero dentro de una
relación correcta con Dios, y luego entre ellos mismos. ¡Es imposible inventar
otro diseño mejor que el diseño de Dios!
Este orden básico de hombre/mujer, líder/compañera lo vemos a través de
todo el Antiguo Testamento, y es restablecido en el Nuevo Testamento. Salmos
128:3, promete al hombre que teme a Jehová: “Tu mujer será como vid que lleva
fruto a los lados de tu casa”. Proverbios 12:4 explica que “la mujer virtuosa
es corona de su marido”.
En ambos cuadros vemos que la mujer tiene el privilegio de apoyar y afirmar
al hombre en su posición de líder.
Pensemos en el hecho de que la mujer virtuosa es corona de su marido.
Sabemos que una corona inevitablemente pierde valor cuando se usa con otro fin.
Por ejemplo, ¿Qué pasa si se usa una corona como rueda? ¡La corona pierde
valor! Es importante destacar que, según el plan de Dios, la mujer virtuosa no
es esclava del marido ni su sierva, sino “corona de su marido”.
El Nuevo Testamento aclara aún más el orden y diseño de Dios. En 1
Corintios 11:3, Pablo dice que “Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón
es cabeza de la mujer, y Dios cabeza de Cristo”. Este orden no nace de la ley
de Moisés, sino que es parte de la creación original de Dios. Es dentro de este
orden que Dios quiere que existan paz, libertad y bendición para el género
humano. Cambiar este orden trae desorden y esclavitud.
Cristo es la cabeza de la creación. En El habita toda la plenitud de la
Deidad. En El reposa toda autoridad. En directa relación con El, bajo su
autoridad, está el hombre. El hombre fue creado para ser mayordomo de la creación,
y para proveer liderazgo amoroso y constante para todos los que estén bajo su
cuidado.
Veamos bajo que autoridad esta la
mujer:
Bajo la dirección del hombre, está la mujer. La mujer fue creada para ser
ayuda idónea para el hombre en su trabajo de mayordomo. Tanto el hombre como la
mujer están bajo la autoridad de Cristo. Dios llama a ambos a someterse el
orden voluntariamente al hombre. La
voluntad de Dios es que la mujer se someta voluntariamente, no que el hombre la
someta a la fuerza. La vida de la mujer debe ser como la de una reina gloriosa
que goza de amor y la protección de su rey.
Al pensar en el lugar de las hermanas en las congregaciones, tal vez el
primer gran error que hacen las iglesias es el de restarle importancia a este
orden que Dios ha establecido. A veces se inventan otro lugar en la lista,
entre Cristo y el hombre, y colocan allí a cualquier otra entidad, en el caso
que estamos aclarando y enseñando, colocan a la mujer, vistiéndola con carácter
de autoridad directa sobre el sobre el cristiano. Con base en este error,
conceden a aquella mujer, la autoridad de reinterpretar las escrituras, las
cuales indican como debe vivir el hombre. Las reinterpreta y las acomoda según
las presiones de la sociedad y según las ideologías predominantes del momento.
Reacciones de algunas mujeres que
se dedican a enseñar en las congregaciones desde el púlpito
Junto a este yerro está el error de ver los distintos puestos o
responsabilidades en el diseño de Dios en una escala de mayor o menor valor o
importancia. A veces el hombre comienza en este camino de error por su propio
orgullo y por considerarse superior a la mujer. Domina sobre ella de forma egoísta,
tratándola como sierva. Esto provoca una reacción de parte de la mujer: ella
lucha para lograr autoridad y derechos iguales a los del hombre para defenderse,
y así no ser de “menos valor” que él. Pero esa no es la manera en la que Dios
mide los valores. Cuando clasificamos los puestos así, en seguida tendemos a
buscar los lugares que creemos que son de más valor.
Muchos religiosos le dan poca importancia al orden fundamental que Dios ha
establecido. Algunos hombres religiosos asumen una actitud carnal hacia la
autoridad, y ven a la mujer como una sierva de menor importancia que el hombre.
Esto a su vez puede provocar a las mujeres a codiciar el lugar del hombre,
creyendo que es más importante que el lugar de ellas. Tales hombres y mujeres,
al igual que las iglesias formadas por ellos, están en peligro de deslizarse
con la corriente del mundo porque tienen conceptos erróneos en cuanto al orden
que Dios ha establecido.
La corriente del mundo es tan fuerte en este sentido, que lleva a las
mujeres a asumir un rol que no le corresponde. Hace solo unos 120 años, el país
de Nueva Zelanda fue el primer país del mundo moderno en dar a las mujeres del
derecho de votar en las elecciones nacionales. Desde entonces, las mujeres han
estado en una lucha constante por ganar derechos iguales a los de los hombres en
todo aspecto de la vida.
Muchísimos empleos, antes exclusivamente para hombres,
ahora son dominados igualmente por los dos géneros. Muchas mujeres han llegado
a ser líderes en campos de la política, la industria y la ciencia. En estos
campos, las mujeres muchas veces se destacan por sus habilidades: hacen
trabajos sobresalientes.
Y he aquí la presión. Las iglesias de hoy sienten una presión nunca antes
vista de acomodar sus
prácticas a las normas de la sociedad. Hasta dicen que las palabras del apóstol
Pablo son ideas anticuadas, y que eran para otra clase de sociedad que ya no
existe. Se afirma que en el ambiente y contorno modernos tales restricciones no
funcionan. Proponen que, así como una mujer puede ser líder en otro campo,
también puede ensenar en la iglesia de Dios. Insinúan que los que no permiten
esto son machistas y agresivos, que se quieren aprovechar de las mujeres para
su propio beneficio y tenerlas humilladas como si fueran esclavas.
En este sentido, de ninguna manera afirmamos que el
trabajo que hacen las mujeres en los campos profesionales sea inferior al que
hacen los hombres. Lo lamentable es que las sociedades que promueven la
igualdad entre hombre y mujer en todos estos campos no se imaginan la bendición
que se pierden. Tanto hombres como mujeres pierden muchas bendiciones en este
aspecto, cuando no asumimos los roles que nos corresponden. El hombre pierde la
tremenda bendición de tener a su lado la compañera y ayuda idónea que Dios creó
para ayudarle a ser un mayordomo fiel sobre la creación de Dios. Y la mujer
pierde la gran bendición de tener a su lado a un príncipe dedicado y fiel, que
la dirija en buenos caminos, protegiéndola y amándola todos los días. También
la sociedad pierde la bendición inigualable de contar con hogares y
congregaciones bien fundadas sobre la roca, donde hay paz y armonía. Y donde se
respetan y apoyan los roles establecidos desde la creación.
Quiero expresar en una nota, que muchas veces en el
hogar cuando hay situaciones difíciles, la mujer puede ser productiva como la
mujer de Proverbios 31, trabajar desde su casa, trabajar en la enseñanza, en
educación, como decoradora o tomar algunas de las labores que hacia la primer de
Proverbios 31, que realizó en diferentes épocas de su vida para apoyar a su
familia y a su esposo. En cuanto a las solteras, he escrito un libro “Principios
para Manejar la Soledad”, ¿Cómo y en Qué Invertir?, donde hoy pautas y algunas
ideas y recomendaciones para trabajar mientras somos solteras.
Las Mujeres en el Pulpito
Ya que hemos visto el orden de Dios, veamos algunos
pasajes Bíblicos que hablan directamente sobre el tema de las mujeres en el
púlpito, algo que Dios no aprueba, a menos que sea solamente enseñar a otras
mujeres y a niños y jóvenes adolescentes en grupos mixtos:
1 Timoteo 2:11-12
“La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer
enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
1 Corintios 14:33-35 Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.
Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las
congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como
también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a
sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.
Estas palabras no se pueden aclarar más. Todos las
podemos entender fácilmente. No tenemos el derecho de interpretarlas según las
exigencias de la sociedad que nos rodea, ni mucho menos a la luz de las
extrapolaciones erróneas de la ciencia moderna.
Dado los muchos pasajes Bíblicos que hablan sobre este
asunto, es claro que la mujer cristiana si juega un papel importante en la
congregación. Este papel es como maestra, servidora para servir a los hermanos,
a los niños, a sus familiares, este papel y rol abarca la enseñanza como
maestra.
Notemos algunos de estos pasajes, como base Bíblica
para nuestra enseñanza, que es por principios y fe:
Hechos 9:36 Había
entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir,
Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.
2 Timoteo 1:5 Trayendo a
la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela
Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
Romanos 16:1 y 2 Os
recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en
Cencrea; y 16:2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos,
y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha
ayudado a muchos, y a mí mismo. 16:12 Saludad a Trifena y a Trifosa, las
cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado
mucho en el Señor.
Tito 2:3 Las ancianas
asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino,
maestras del bien; 2:4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus
maridos y a sus hijos,
Estos pasajes nos
muestras claramente que las hermanas desempeñaban muchas funciones de servicio
en las congregaciones de la iglesia primitiva.
Eran funciones de
apoyo, de enseñanza a otras mujeres o a niños, o de ayuda general, como hemos
mencionado anteriormente. No desempeñaban funciones en las que tuvieran que ejercer
liderazgo en la congregación ni enseñar a los hermanos. Esto concuerda muy bien
con los pasajes anteriores y también con el orden de Dios en la creación. Desde
el principio.
Así que, las mujeres en el pulpito: ¿es voluntad de
Dios, o es una novedad de los hombres? Concluimos que la aceptación de pastores
para que la mujer dirija y predique en las congregaciones en un desvío del plan
de Dios. Es una falta de entender el plan de Dios, desde la creación, una falta
de aceptar la plena autoridad de Jesús de gobernar nuestras vidas y
congregaciones en todo, y una falta de compromiso con las Escrituras. Es ceder
a la presión de la sociedad humanista que nos rodea.
Seamos mujeres sabias, respetemos, reconozcamos y
cumplamos con nuestro rol de madre, esposa, trabajadora en caso de trabajar
fuera de la casa pos alguna necesidad o con mutuo acuerdo de nuestro esposo, si
somos solteras, cuidemos y mantengamos nuestra feminidad. Seamos ayuda idónea,
seamos buena líder en el área que Dios nos ha colocado, obedezcamos a Dios
primero en todo.
Parte de este estudio lo sacamos de un escrito de James
Troyer de Lámpara y Luz, con arreglos, estudio más amplio y citas de quien
suscribe. Las Citas Bíblicas fueron tomadas de la Santa Biblia Reina Valera.
Evelyn
Calcaño Cepeda /Consultora Educativa, M. Ed.
Master en Gerencia Educativa /Consejera Bíblica
CertificadaMiembro del Equipo
FUNDACION VIVIENDO POR PRINCIPIOS Y FE
Santo Domingo, República Dominicana
Página Mujer Verdadera - www.iglesiareformada.com
Blog: www.fundacionviviendoporprincipiosyfe.blogspot.com
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