Amadas hermanas y amigas, en este día
quiero publicar una lista de principios que identifican a una mujer de oración,
una mujer piadosa que se caracteriza por su devoción a Dios. No importa las
circunstancias por las que estemos pasando, no dejemos de ser mujeres de oración,
aun si la respuesta se tarda, aun si la respuesta de Dios es NO. Dios nos ama.
Mientras escribo estas líneas recuerdo los amigos de Daniel, y su resolución de
no contaminarse: Junto
con sus compañeros Daniel (Beltesazar), Sadrac, Mesac y Abednego, rechazaron los alimentos del rey y comieron sólo vegetales
para mantener su identidad judía. Mientras oraban cada día, también estos
amigos Sadrac, Mesac y Abednego, decidieron a pesar de todo, aun si Dios no
los salvaba decidieron honrarlo y no inclinarse ante otros dioses, ellos oraban
y Dios se glorifico en sus vidas. Así hace Dios con nosotras, decidamos ser
mujeres de oración y de fe y veremos la fortaleza de Dios en nuestras vidas.
Recordemos a Ana, a Ruth, a Débora, a María la madre de Jesús, eran mujeres de
fe y de oración.
Una mujer de oración,
hace el desierto florecer.
Una mujer de oración,
ve las tempestades como oportunidades.
Una mujer de oración,
llora, más no se da por vencida.
Una mujer de oración,
está siempre dispuesta para la guerra.
Una mujer de oración,
no desiste, insiste.
Una mujer de oración,
no habla, actúa.
Una mujer de oración,
transforma una maldición en bendición.
Una mujer de oración,
actúa con sabiduría.
Una mujer de oración,
no se exalta, se humilla para ser exaltada.
Una mujer de oración,
es discreta, ella sabe su lugar.
Una mujer de oración,
dice palabras que edifican y que dan vida.
Una mujer de oración,
no se describe por lo que tiene, sino, por lo que es.
Una mujer de oración,
actúa por la Fe.
Una mujer de oración,
no tiene miedo, confía en Dios.
La verdadera *MUJER* de
oración, es aquella que tiene conciencia que con Dios puede todo y que para
tener victorias sólo es preciso confiar.
Para la MUJER de
oración no hay nada imposible, con su *fe* todo es posible!!!
Te animo a retomar tu tiempo de oración varias veces al día, pero de manera especial en las mañanas, te invito y te animo a orar cada día, presentar tus peticiones, tener tu lista y tu libreta en manos y por supuesto la Biblia y seguir adelante. Haz de la oración tu mejor tiempo en tu vida y t mejor tiempo con Dios. Alimentate de La Palabra.
Evelyn Calcaño Cepeda /Consultora Educativa, M. Ed.
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