Amadas hermanas y amigas, queridas lectoras. En este día quiero compartir un breve estudio a modo de comentario sobre la importancia de la iglesia y animarte a dar gracias por tu iglesia. Demos gracias a Dios por nuestra iglesia. Gracias Dios por el lugar que tenemos de manera especial para adorar juntas al Nuestro Trino Dios.
La iglesia provee un lugar de ánimo y apoyo, un lugar de adoración conjunta
y la oportunidad de conectarse con otras personas que comparten nuestro credo.
Es una bendición poder reunirse y adorar juntos Su Santo Nombre.
Te invito y te animo a agradecer a Dios por permitirte tener la libertad de
alabar a la par de tus hermanas y hermanos en la fe, de orar junto con ellos,
de alabar y adorar en unidad. Ora por la bendición de ese lugar, por tu pastor
y por las personas de la iglesia que con integridad, humildad y sabiduría
puedan hacer de la iglesia un lugar digno de ser llamado la casa de Dios.
Te invito a orar a meditar en estas citas Bíblicas. Demos gracias, seamos
fieles a Dios por sobre todas las cosas, actuemos con amor, humildad,
prudencia, solemnidad, reverencia, respeto. En el lugar en el que estemos, si
es de sana doctrina, si los líderes son elegidos y viven conforme Tito 1:5–9,
seamos fieles y que nuestros corazones y nuestra mente sean llenos de Cristo,
que nuestros ojos estén puestos en Dios.
Como mujeres aprendamos en silencio, actuemos con misericordia, sin
murmuraciones ni contiendas, con amor, mantengamos la unidad, no dejemos de
congregarnos. Oremos la una por la otra.
Cuando nos reunamos adoremos a Dios, confirmemos si nuestros líderes están apegados
a La Palabra y cumplen con los requisitos de Tito 1:5–9, si nuestra iglesia es
de san adoctrina y te ánimo, te invito a orar y no dejar de congregarte, hacer
buenas obras, servir con amor y misericordia, con fidelidad.
1 Corintios 14:26
26¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo,
tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase
todo para edificación.
Tito 1:5–9
5Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;
6el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga
hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.
7Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como
administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no
pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
8sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño
de sí mismo,
9retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para
que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
Hebreos 10:22-25
22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados
los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió.
24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a
las buenas obras;
25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por
costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Evelyn Calcaño Cepeda
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