Quiero iniciar este estudio, publicar una vez mas que no es mi responsabilidad cambiar el mundo.. He sufrido muchos ultrajes por seis familias de ricos opresores y sigo orando a Dios que El haga su justicia. Tengo fe y permanezco en El. He sufrido mucho y es mi oración que Dios me haga justicia y me ayude a permanecer fiel en sus caminos sirviendo en mi entorno, haciendo la obra de Dios y sirviendo a otros. Dios tenga misericordia.
Hacer tu
trabajo tiene poco que ver con tener la razón, y mucho con tener humildad.
Amadas hermanas
y amigas, queridas lectoras. La Soberana Gracia de Dios sea con sus vidas.
Desde el 2013,
luego de haber formado un FORUM de seis o siete personas, para trabajar temas
de interés nacional e internacional, para ayudar a la sociedad y por supuestos
a las familias y de algún modo servir y apoyar el ministerio, con gran lucha en
mi alma, por mi don de servicio, renuncie a ser parte de servir para cambiar el
mundo. Muchas veces nos acoge ese sentir, pero la mayoría de veces nos es
perjudicial. Pero debemos tomar la decisión de cambiar nuestro mundo, cambiando
y aportando en nuestro entorno y cambiando nosotras mismas para ayudar y servir
mejor y sobre todo, buscar la Gloria de Dios
Al publicar
este estudio quiero reconocer a John Vanden Oever, de Ministerios en Contacto,
ha sido tan alentador saber que Dios ha hablado a mi vida para confortarme y
veo su consejero a través de las Citas Bíblicas y este mensaje publicado que se
y espero sea de gran bendición para tu vida.
Estoy confiada
de que tome la mejor decisión de centrarme en Dios, centrarme en mi persona y
entorno para servir mejor y centrarme en lo mío para no meterme en problemas y
servir desde mi plataforma laboral y ministerial, ayudando paso a paso.
No me gustan
los conflictos nacionales ni internacionales, procuro la paz, puedo dar alguna consejería
presencial, pagada o como aporte, de acuerdo a ciertos análisis y solicitudes,
pero siempre procurando el bien de los demás y la Gloria de Dios. Centrada en
mi entorno. Lejos del chisme, murmuración, discusiones no sanas y sin discordias.
No estoy con la raza negra vulgar, no soy racista, pero prefiero tener mis
preferencias de personas conservadoras y formales. Soy centrada en la verdad.
Trato de no hacer acepción de personas, pero mantengo mis preferencias personales.
Al principio
para el FORUM, no conté con el apoyo de protección requerido, ore, ayune y tome
la decisión de no servir de esa manera. Fui objeto de engaño, malversación de
fondos, ultraje en exceso, de robo y jaqueo de mis cuentas por formar ese
FORUM, Nacional e Internacional. Ha sido tan difícil salir de esta situación,
pero estoy orando y tomando medidas en fe para salir y ser de bendición de otra
manera normal. RENUNCIE INMEDIATAMENTE A LA MESA DEL FORUM PARA AYUDAR y deje
eso en las manos de Dios para que el gobierno se encarga, cada gobierno y que las
gerencias de la sociedad puedan trabajar bajo el cargo de la responsabilidad de
cada empresario dueño.
Cuento con mi mesa
de trabajo con ciertos proyectos laborales en curso de inicio y también una parte
ministerial, donde sirvo a mujeres de todas las edades y sigo escribiendo y
publicando y es mi oración y deseo solamente trabajar en mi entorno y en
privado en mis consejerías y consultorías. Amo el ministerio de Dios y quiero
estar centrado en mi entorno, en lo mío, como dice John Vanden.
Muchas veces,
dice John Vanden Oever, solía tenerlo todo resuelto y yo también era así. Si me
preguntaban cómo criar a los hijos, cómo votar, cómo interpretar la Biblia,
cómo resolver la crisis política y cultural, tendría un consejo bueno y
fundamentado. El problema es que los creyentes en Jesucristo nunca estuvieron
destinados a ser Lucy Van Pelt, el personaje mandón de la tira cómica Snoopy,
instalada detrás de nuestra cabina de “Ayuda Psiquiátrica”, esperando resolver
los males de la sociedad. Más bien, debemos dedicarnos a hacer el bien. Y si
sufrimos por ello, será para dar razón de nuestra esperanza (cf. 1 Pedro 3.15).
Esta esperanza no parecerá lógica a los
no creyentes, ni tampoco se la considerará un buen consejo, porque nuestra fe
se centra en cosas que no se ven. “La esperanza que se ve, no es esperanza”,
escribe Pablo. “¿Por qué lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?” (Romanos 8:24).
Pero la fe abraza a un poderoso Salvador que se hizo débil para asegurar
nuestra libertad. Si parecemos extraños al mundo, y si nuestras perspectivas y
maneras parecen raras, no debemos sorprendernos. El mundo no llegará a nuestra
puerta en busca de discernimiento; y de hecho, si lo escuchan, podrían decidir
odiarnos.
Por ello he tomado la decisión de
reformar mis hábitos. Estoy cerrando mi mesa de juego y deshaciendo mi cartel
que dice: “El médico está aquí”. Aunque nunca dejaré de buscar una perspectiva
bíblica sobre todos los desafíos de la vida y los males de la sociedad, mi
propósito en Dios no es cambiar las opiniones de los demás, sino estar listo
para compartir la esperanza de Cristo. La Biblia nos recuerda: “¡Cuán hermosos
son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10.15).
En medio de mi lucha interior por la
crisis en nuestra cultura, que pide a gritos respuestas, redescubrí un
maravilloso encargo de la primera epístola de Pablo a los Tesalonicenses:
“Procuren vivir tranquilos y ocupados
en sus propios asuntos, trabajando con sus manos como les hemos encargado, para
que los respeten los de fuera y ustedes no tengan que depender de nadie” (1 Tesalonicenses 4.11,12 DHH).
Este es el consejo del apóstol a una
iglesia que quizás estaba tan afanosa como nosotros por la vida y nuestro lugar
en el mundo. Tesalónica era una gran área metropolitana, un centro de comercio
y comunicaciones, y de una cultura pluralista, donde confluían innumerables
expresiones de creencias y prácticas. Aunque era tentador responder, Pablo
llamó a sus contemporáneos a tener una vida de quietud.
Aunque
nunca dejaré de buscar una perspectiva bíblica sobre todos los desafíos de la
vida y los males de la sociedad, mi propósito en Dios no es cambiar las
opiniones de los demás, sino estar listo para compartir la esperanza de
Cristo.
Para el
cristiano del siglo XXI, esta quietud nos llama a estar menos
sintonizados con el ruido de hoy; a ser más reflexivos. Se necesita práctica
para entrenar nuestros corazones hacia el reino de Dios. En realidad, cuando
estoy más conectado con los ruidosos puntos de vista del mundo, me siento menos
preparado para lidiar con las necesidades reales de mi vida y las de mi
comunidad.
Cuando Pablo dice que debemos ocuparnos
de nuestros propios asuntos, lo que sugiere es que mantengamos nuestra
visión centrada en las personas que están cerca, creando amistades más firmes,
donde la gracia trascienda las opiniones. Pablo también exhorta a la fidelidad,
diligencia y productividad, porque estos hábitos centran nuestro enfoque en lo
que está justo por delante. La promesa aquí es que, con humildad, nuestras
actividades revelarán, sin así planificarlo, nuestra esperanza y atraerán
nuevas interacciones con nuestros semejantes. En vez de esforzarnos por
reformar el mundo que nos rodea, la Biblia nos recuerda una y otra vez que
debemos ser imitadores de Dios. No como caricaturas, sino como hijos amados,
atraídos de manera natural por el Padre confortador que se sacrifica por ellos.
En contraste con la rectitud que
tratamos de proyectar, a lo que el Señor Jesús nos llama es a la cruz. A través
de la entrega, se nos da la mayor fuerza, el poder mismo de Cristo para que
actúe en nosotros. No se trata de una vida ordinaria, sino de una vida atípica,
apartada y llamada como un vaso para honra, santificado y útil para el Señor (2 Timoteo 2.21). Solo su poder nos transforma a usted
y a mí; entonces, ¿por qué en nuestra fuerza y locura humanas imaginamos que
somos capaces de reformar a los demás?
En
vez de esforzarnos por reformar el mundo que nos rodea, la Biblia nos recuerda
una y otra vez que debemos ser imitadores de Dios.
Si he dejado de ser como Lucy, tal vez es hora de que adopte el estilo de
su hermanito Linus. Callado, ocupándose de sus propios asuntos, escribiendo sus
cartas, esperando con esperanza la Gran Calabaza. A menudo se le puede
encontrar apoyado en sus codos, escuchando los problemas de un amigo. Y, sí, se
sabía que Linus exageraba en sus disertaciones, pero por otra parte nadie es
perfecto.
Evelyn Calcaño Cepeda
Republica Dominicana
Consultora Educativa, M. Ed.
Consejera Bíblica Certificada
Con Mayordomía Financiera y
Liderazgo Económico
Master en Docencia y Gerencia
Universitaria
Certificada en Teología
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