Producido, escrito y publicado por Evelyn Calcaño Cepeda el 13 de febrero del 2012. Desde su corazón.
Segunda
Publicación y Edición el 13 de junio del 2022.
Soy Evelin Calcaño Cepeda y esta es mi resolución y Dios me ayude a que sea para cada día y para toda mi vida hasta que llegue a Su Presencia.
RESOLUCION DE UNA MUJER VALIENTE
En
un mundo a la deriva y ante la pérdida de valores donde a lo bueno se le llama malo y a lo malo bueno he querido, donde se están perdiendo los valores,
la dignidad del hombre y la dignidad de la mujer; he querido publicar esta resolución personal,
que luego de haber visto la película
Reto de Valientes, la cual
recomiendo a toda persona, ver el gran mensaje que va dirigido
primeramente a los hombres, porque en verdad en este mundo de hoy se necesita mucha valentía, mucha
Gracia de Dios y coraje para ser un hombre y una mujer de verdad. Me he motivado
a escribir mi resolución porque en verdad lo había estado haciendo
antes de ver la película, pero luego de
verla entiendo, que así como se requiere hombres valientes y llenos de coraje, se necesitan también mujeres
muy valientes para ser integras, firmes,
sumisas, amadoras de su casa, muy fieles en todo, que den bien y no
mal a sus familias, a sus
esposos si están casadas, a sus jefes en su área de trabajo, a ser mujeres trabajadoras que anden
en transparencia, amen a Dios y amen la verdad. Mujeres que hablen la
verdad, que no sean calumniadoras, que sean prudentes,
sabias y discretas, que extiendan sus
manos con misericordia y amor al necesitado. Que sean justas
y que dejen a los hombres ser hombres y le
sepan dar su lugar en el hogar, en la familia, en el trabajo, en la iglesia y
en la sociedad.
Que
sean mujeres que luchen por la dignidad humana, que se esfuercen por dejar un legado a la próxima generación.
Esa
es la mujer que me estoy esforzando en ser y quiero ser, olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que
está delante, una mujer verdadera, responsable
en todo y fiel en cumplir mis compromisos siempre y mucho más ahora.
Doy
gracias a Dios por haberme salvado, por Cristo por haber ido a la cruz por mí, por perdonar mis pecados, por haberme
dado la oportunidad de trabajar, gracias a Dios por mis hermanos
en especial mi hermano Albert,
por el cuidado de cada uno de ellos su amor y paciencia para conmigo,
gracias a Dios por permitirme congregarme en una buena iglesia, por las
amistades que tengo, por mi trabajo, por lo que puedo hacer y
las funciones que estoy
desempeñando. Por permitirme ayudar a otros,
por permitirme salir adelante.
Por permitirme escribir y ensenar a mujeres de todas las edades a través de la enseñanza
y mis libros publicados. Gracias porque a pesar de todo estoy de pie, por la
Gracia de Dios.
Me comprometo a ser responsable de mí y de mis acciones, de cumplir mis compromisos, de guardar La Palabra de Dios, de
someterme a Él y confiar en Él y ser una mujer verdadera, trabajadora, fiel,
responsable, respetuosa, discreta y esforzada, siendo diligente en
cumplir mi parte como mujer, empleada, amiga, hermana, compañera, miembro de la iglesia, parte de una institución laboral y familiar, ser
tía, ser madre verdadera. Dar gracias en todo y por todo sin murmuraciones. No negociar mis valores.
Sé
que tengo un compromiso con Dios, con mi familia, con mi iglesia, con la institución en la que laboro, un compromiso conmigo
misma, con mis acreedores, mis amigos y amigas, mis compañeros de trabajo,
mis compañeras de ministerio.
Ser
valiente requiere de fe, tolerancia, firmeza, diligencia, compromiso,
responsabilidad. Dedicación. Y que a pesar de las pruebas permanecer firme.
Me
comprometo a no conformarme a este siglo. Extender mi mano a quien lo necesite.
Andar en fe y con fe, confiando en Dios plenamente.
Unas
últimas palabras: Te animo de que, a pesar de la tormenta y los ataques del
maligno, en el Nombre de Jesús, seamos firmes, mantengamos la fe.
Isaías 51:12-15
1
Despierta, despierta, vístete de poder, oh Siòn; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. 2 Sacúdete del polvo; levántate y siéntate,
Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello,
cautiva hija de Siòn.
12 Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor
del hombre, que es mortal, y del hijo
de hombre, que es como heno? 13 Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el
día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el
furor del que aflige? 14 El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en la mazmorra, ni le faltará su pan. 15 Porque
yo
Jehová, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos. 16
Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la
sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra,
y diciendo a Siòn: Pueblo mío eres tú.
Isaías 52:1-7
3 Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin
dinero seréis rescatados. 4
Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó
sin razón. 5 Y ahora ¿qué
hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que
en él se enseñorean, lo hacen aullar,
dice Jehová, y continuamente es
blasfemado mi nombre todo el día. 6 Por tanto, mi pueblo sabrá mi
nombre por esta causa en aquel día;
porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los
pies del que trae alegres nuevas,
del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica
salvación, del que dice a Siòn: ¡Tu Dios reina! MI DIOS REINA.
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