Como tantos otros nombres bíblicos, Ester procede del hebreo y significa “estrella” o “astro”. Aparece en algunos textos del Antiguo Testamento, también como Hadassah (o como la variante con “h”, Esther). Ester fue una bella doncella judía que tras casarse con Jerjes I se convirtió en reina de Persia y Media.
Ester
era una joven Israelita que ganó el concurso de belleza más importante de su
tiempo y se convirtió en la Reina de Persia. Ella fue muy valiente y arriesgó
su vida para salvar a su pueblo de una gran masacre. Dios le dio belleza,
gracia e inteligencia a Ester para que ella pudiera proteger a su pueblo.
Al
rey le agrado Ester más que todas las demás mujeres, y ella se ganó su
aprobación y simpatía más que todas las otras vírgenes. Así que él le ciñó la
corona real y la proclamó reina en lugar de Vasti. Ester 2:17
La historia de Ester comienza con un gran
banquete en el palacio del rey Asuero. Después de muchos días de banquete el
rey embriagado por vino mandó llamar a su esposa la reina Vasti para que
enseñara delante de todos su belleza, pero ella se rehusó. La desobediencia de la
reina trajo enojo tanto al rey Asuero que terminó por destituirla del reino, para después formar una búsqueda por todas las
provincias para encontrar una nueva reina.
Una mujer judía llamada Ester fue llevada a la ciudad junto con un grupo de damas para ser evaluadas. El primo de Ester, llamado Mordoqueo, quien cuido con mucho cariño de ella desde su infancia ya que sus padres habían muerto. Un hombre llamado Hegai fue el encargado de preparar a las mujeres para que estuvieran listas antes de conocer al rey, la belleza de Ester llamó mucho la atención de Hegai por lo que le dio trato especial, aun así Ester fue muy cuidadosa de no decirle a nadie que era judía tal y como se lo había advertido Mordoqueo.
Cuando el rey vio a Ester por primera vez, inmediatamente cayó enamorado de ella y le ofreció la corona real, y el rey Asuero organizó un gran banquete para celebrar a su nueva reina. Durante todo este tiempo Ester siguió ocultando la verdad de su nacionalidad tal y como Mardoqueo se lo había instruido.
Una noche Mardoqueo estaba sentado a las puertas del rey cuando escucho a dos guardias conspirando para asesinar al rey, apresuradamente Mardoqueo fue y le contó a Ester sobre la conspiración quien inmediatamente le contó al rey, dándole crédito a Mardoqueo. Días después los soldados que conspiraron fueron ahorcados.
Conforme pasaba el tiempo, la relación entre Mardoqueo y Aman quien fuera el más alto de los nobles del rey quedó en problemas. Todo esto sucedió porque Mardoqueo se negaba a rendir tributo a Aman, para empeorar las cosas Aman se enteró de que Mardoqueo era judío, y en su ira quiso matar a Mardoqueo y a toda la nación Judía. Usando su proximidad al rey, Aman convenció al rey de asesinar a todos los judíos y al poco tiempo se puso una fecha para realizar tal acto.
Mardoqueo le contó a Ester acerca del edicto del rey para acabar con toda la nación judía, pero como Ester era judía también temía por su vida y trato de evitar tanto como pudo platicar con el rey sobre al respecto. Mardoqueo continuo rogándole a Ester que hiciera algo antes de que el pueblo Judío fuera aniquilado, así que Ester respondió diciendo que todos los Judíos se unieran a ella en oración y ayuno por tres días y tres noches para después platicar con el rey.
Después de haber ayunado por tres días, Ester fue con el rey Asuero con una petición y le pidió al rey y a Aman que la acompañaran a un banquete el día siguiente por la noche. El rey aceptó y le dijo a Ester que hiciera su petición durante el banquete, pero Aman seguía tan enojado con Mardoqueo que ya había preparado una lanza para empalar a Mardoqueo en la mañana siguiente después del banquete.
El rey no pudo dormir en paz aquella noche antes del banquete por lo que se puso a leer el libro en donde se registraban todas las cosas que habían sucedido durante su reinado. Durante su lectura el rey volvió a ver cómo fue que gracias a Mardoqueo, quien había expuesto y descubierto el plan de unos soldados para asesinar al rey así que quiso recompensar a Mardoqueo por lo que había hecho. Para pedir consejo, el rey mandó llamar a Aman y le pregunto qué es lo que un rey debería de hacer con las personas que ha ayudado al rey. Aman, en su total y completo orgullo pensó que el rey se refería a él por lo que le aconsejó que a tales personas se les debería de dar regalos y reconocimiento. El rey le comunico que se haría reconocimiento a Mardoqueo y pasearlo por la ciudad.
Al día siguiente durante el banquete, el rey le dijo a Ester que hiciera su petición para que se la concediera, Ester se acercó al rey y le pidió que de favor no siguiera con el edicto de exterminar a la nación judía en vista de que en verdad había sido Aman quien intentó asesinar al rey y a los judíos por dinero. La ira del rey fue tanta al enterarse de que fue Aman quien intentó traicionar al rey también quiso exterminar al pueblo judío y por consiguiente a la reina Ester. El rey, ese mismo día envió a la horca a Aman, horca que él había preparado para Mardoqueo.
Veamos Ester 7
Fue, pues, el rey con Amán al banquete de la
reina Ester.
2 Y
en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester: ¿Cuál es tu
petición, reina Ester, y te será concedida? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la
mitad del reino, te será otorgada.
3 Entonces
la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si
al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
4 Porque
hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y
exterminados. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría; pero
nuestra muerte sería para el rey un daño irreparable.
5 Respondió
el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está, el que ha
ensoberbecido su corazón para hacer esto?
6 Ester
dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán
delante del rey y de la reina.
7 Luego
el rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue al huerto del
palacio; y se quedó Amán para suplicarle a la reina Ester por su vida; porque
vio que estaba resuelto para él el mal de parte del rey.
8 Después
el rey volvió del huerto del palacio al aposento del banquete, y Amán había
caído sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿Querrás
también violar a la reina en mi propia casa? Al proferir el rey esta palabra,
le cubrieron el rostro a Amán.
9 Y
dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en casa de Amán la
horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había
hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.
10 Así
colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo; y se
apaciguó la ira del rey.
Al final el rey Asuero autorizo que los judíos
se defendieran y fueran liberados.
Que podemos aprender de Ester. Ella fue
mujer obediente y sumisa a su autoridad en ese momento, fue valiente, humilde,
no vanidosa, no pidió nada para ella, fue una mujer de oración, sabía lo que
era orar, oro con sus doncellas.
Ester aparece en la Biblia como una mujer que se caracteriza por su fe, valentía, preocupación por su pueblo, prudencia, autodominio, sabiduría y determinación. Ella es leal y obediente a su primo Mardoqueo, y se presta a cumplir su deber de representar al pueblo judío y alcanzar la salvación. Modesta y elegante.
Seamos valiente, te animo y te invito a ser una mujer de fe. No nos desanimemos, oremos por nuestros enemigos como lo hizo Ester y sigamos adelante en fe, con humildad, con determinación, con responsabilidad.
Evelyn Calcaño Cepeda
Consejera Bíblica Certificada
Certificada en Teología Universidad FLET
Master en Docencia y Gerencia Universitaria
Certificada en Metodología de la Investigación
Escritora y Editora de Libros Cristianos para Mujeres
y
Libros Educativos
Directora Ejecutiva Fundación Viviendo por Principios
y Fe
República Dominicana
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