SIEMPRE HAY ESPERANZAS
¿Alguna vez has viajado hacia abajo, hacia algún valle oscuro? ¿Puedes
recordar un momento de presentimiento o pánico? ¿De sufrimiento y pena? ¿De
terror cuando la oscuridad parecía eclipsarlo mientras viajaba hacia lo
desconocido? ¿Sientes que este es uno de esos momentos?
Gracias a Dios podemos alabarlo por lo que aprendemos acerca de Él durante esos momentos. Al otro lado de la oscuridad, podemos saber algo de la presencia prometida de Dios: Él estaba y está allí contigo. Y su gracia, siempre es suficiente para tiempos terribles y difíciles.
Es cierto que el valle peligroso es parte del camino de la vida, pero tenemos esperanza. También es cierto que podemos agarrarnos de la mano de Dios a medida que descendemos por el aterrador camino hacia el valle de la oscuridad. Podemos descansar sabiendo que Él ya ha recorrido este camino. Y podemos caminar tranquilamente con Él, recordando las palabras, "Sí, aunque yo camine y sufra..." Pasamos por valles oscuros cuando perdemos el empleo y no tenemos trabajo por un largo tiempo, cuando no contamos con recursos financieros, cuando perdemos un familiar querido como nuestros padres, cuando nos fallan nuestras amistades, cuando pasamos por tiempo de soledad, porque no contamos con recursos para movernos y cuando no podemos compartir de algunas actividades por carencias también.
¡Así que camina mientras sufres! ¡Y sigue caminando! Ten esperanza. No te detengas. No vaciles. No lo pienses. Solo procede. Sigue adelante.
Camina, sabiendo que, como la querida oveja del Pastor, y con el Señor a tu lado, caminarás por la situación, mientras sufres y pasas por dificultades. Consuela al alma saber que el Buen Pastor no lleva a Sus ovejas al valle de la oscuridad para quedarse, sino para atravesarlo. "Sí, aunque camino por el valle de la sombra de la muerte..." (Salmo 23:4).
Algo muy importante para reflexionar
es cuando surge la preocupación, si no tenemos cuidado, podemos desanimarnos o
incluso deprimirnos. Podemos responder negativamente a la vida y apartar
nuestros ojos de Dios y sus promesas y de cuidarnos. Nuestra esperanza en Él es
la respuesta a todos los problemas de la vida. Sigamos adelante, son mis
palabras para ti, sigue adelante, no te detengas, esfuérzate y se valiente y no
quites la vista de Dios y Su Palabra.
Podemos orar: Señor, es muy fácil para mí concentrarme en lo negativo. Ayúdame a redimir mis pensamientos preocupados usándolos como recordatorios para orar, para expresar mi confianza en ti y para dar gracias. Ayúdame a seguir adelante Oh! ¡Gran Dios!! Mi Padre y mi Señor. En el Nombre de Jesús. Amén.
Para finalizar medita en estas citas Biblicas:
"Porque sé los pensamientos que pienso hacia ti, dice el Señor,
pensamientos de paz y no de maldad, para darte un futuro y una esperanza".
(Jeremías 29:11)
Cuente la bondad de Dios en su vida y la
vida de sus seres queridos haciendo una lista de su fidelidad.
Da gracias- "En todo da gracias" (1 Tesalonicenses 5:18). Cuando agradeces a Dios incluso por las cosas difíciles de la vida, estás diciendo: "Señor, estoy seguro de que usarás esto para mi bien".
Evelyn Calcaño Cepeda
Consultora
Educativa, M. Ed.
Consejera
Certificada
Master
en Docencia y
Gerencia
Universitaria
Directora
y Representante
Fundación
Viviendo por
Principios
y Fe
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