El Dios, Nuestro Padre Celestial y Creador nos llama, a través del evangelio, continuamente al servicio. El problema es cuando nos desenfocamos y perdemos de vista que debemos servir primeramente al Señor y luego a los hombres. Debemos tener pendiente que debemos servir a Dios y obedecerle antes que a los hombres.
Muchas veces servimos a los hombres antes que a Dios o
más que a Dios, con la expectativa de que los hombres respondan de la misma
manera como lo hicimos nosotras: «sirviéndonos».
Cuando nos tratan mal, si somos sinceras, a menudo
llegamos a los extremos. Y muchas veces no servimos con amor y no pagamos con
bien, pero debemos esforzarnos a dar y servir con amor. A veces nos dejamos llevar
por la ira, lo que casi siempre trae resultados desastrosos. En otras ocasiones
permanecemos en silencio y permitimos que la amargura eche raíz en nuestros
corazones, en lugar de tratar abiertamente los problemas con las personas
implicadas. Debemos tratar con amor y humildad toda diferencia y servir
con amor, cuando cumplimos con esos dos principios, si la persona persiste,
debemos orar, seguir sirviendo y mantener nuestro corazón lleno de amor,
actitud de perdón, escuchar con humildad y hacer el bien.
Dios no es deudor de nadie, sino que Él paga, Dios
retribuye, Dios bendice y nos sirve a través de otros. Te animo a seguir
sirviendo a quienes te rodean sin esperar retribución. Te invito y te animo a debemos
servir siempre, como para el Señor y no para los hombres; así guardarás tu
corazón y servirás con libertad, sabiendo que, a Cristo, ¡el Señor, sirves!
En la Biblia encontramos ejemplo de varias mujeres que
sirvieron a Jesucristo, sirvieron a Dios y sirvieron a otros sin esperar:
Rebeca la esposa de Isaac, Ruth cuando le sirvió a Noemí, Esther cuando sirvió
orando por su pueblo e intercediendo por su tío Mardoqueo, Martha y María las
hermanas de Lázaro, María Magdalena, Abigail cuando le sirvió a David y sus
hombres, la mujer de Proverbios 31, la Mujer Virtuosa, que sirvió a su esposo,
a sus hijos, a sus criados, José sirvió a Egipto y sirvió a su padre y a sus
hermanos cuando les proveyó en medio de la sequía y escases, podemos encontrar
en la Biblia una lista de muchas mujeres que hicieron el bien y algunos hombres
también. Muchas mujeres y hombres de Dios.
Hemos llegado al final de este breve estudio, ha sido
una excelente oportunidad para estudiar y aprender juntas sobre la vida de estas
mujeres. Te animo a buscar la vida de estas mujeres, sacar un tiempo para leer
sobre ellas en tranquilidad y puedes reflexionar sobre su personalidad, su
carácter y como servían con humildad y sencillez. Leer Proverbios 31 completo,
donde nos habla de la Mujer Virtuosa y veamos su carácter y actitudes positivas
en cuanto al servicio a su esposo, familia, sus hijos y sus empleados. Leer 1
Samuel 25 donde nos habla de Abigail. Revisemos y apliquemos todos estos
principios a nuestra vida.
Te animo a sacar un tiempo especial para leer las
citas Bíblicas recomendadas, orar, hacer tu lista de maneras en la que puedes
servir, meditar en la Palabra de Dios y seguir adelante, poner en práctica lo
que estamos aprendiendo hoy. No dejes de orar y servir a tu familia con amor, cada día. Te invito a ser una mujer de bendición cada día para tu familia, tu comunidad, para tus relacionados.
Algunas ideas y principios para poner por obra:
-Hacer el devocional en la madrugada
-Compartir el evangelio con otras mujeres y jóvenes
-Preparar comidas para personas enfermas y necesitadas
-Mantener nuestro hogar en orden
-Recordar los cumpleaños
-Tener un consejo sabio a los que lo requiera y nos lo
pidan o soliciten
-Regalar de nuestras pertenencias a los necesitados o
hermanas con necesidad
Puedes agregar a esta lista muchas otras formas de
servir
Frases resaltadas:
- Podemos
ganar la batalla, pero en el proceso terminar perdiendo la guerra y la paz
en nuestra propia alma, cuando no actuamos con humildad, cuando no
servimos con amor y sacrificio y cuando no hacemos las cosas primeramente
para el Señor.
- En
nuestra humanidad, queremos la gloria, no busquemos nuestra propia gloria
sino la de Cristo, el resultado final en nuestro andar diario, en nuestras
luchas es ser como Cristo.
- Debemos
servir sin acepción de personas, aunque tengamos nuestras preferencias.
Para profundiza más:
Algunas preguntas de reflexión personal:
1. ¿Te has sentido decepcionada cuando aquellos a quienes
serviste o diste tu tiempo no respondieron de la manera que esperabas?
2. ¿Cómo resumirías lo que la historia de Abigail,
Receba, Martha y María, de Ruth y de la Reina Esther, en cuanto al servicio a
los demás y a las autoridades de respeto? ¿Que nos enseñan la vida de estas
mujeres sobre el servicio y que te enseña acerca de cómo lidiar con las
personas difíciles en tu vida? ¿Qué te ha mostrado Dios en este estudio acerca
de tus propias respuestas?
Animo y a seguir adelante, reflexiona sobre estas
preguntas y responderlas para ti misma y para Dios.
Te animo a leer mis libros publicados en Amazon, en
especial el libro Mujer Verdadera de Evelyn Calcaño Cepeda y Dios nos ayude a
ser mujeres en la Verdad.
Evelyn Calcaño
Cepeda /Consultora Educativa, M. Ed.
Master en
Gerencia Educativa /Consejera Bíblica Certificada
Miembro del
Equipo
FUNDACION
VIVIENDO POR PRINCIPIOS Y FE
Santo Domingo,
República Dominicana
Página Mujer
Verdadera - www.iglesiareformada.com
Blog: www.fundacionviviendoporprincipiosyfe.blogspot.com
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