Amadas amigas y hermanas, queridas lectoras:
La Soberana Gracia de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo
sea con ustedes. En nuestro estudio de hoy
A lo largo de los años, la gente a menudo me ha
preguntado cómo podrían “conocer” la voluntad de Dios para su carrera o para su
vida laboral. Pensaron que, si tenían esa respuesta, tendrían una
perspectiva mucho más clara sobre sus trabajos y la buena dirección en la vida.
Les digo que la voluntad de Dios con respecto a su
trabajo no es una revelación mística que tienen que buscar. Más bien, se
explica claramente en la Biblia: "Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres" (Colosenses 3:23), y "Sed obedientes
a vuestros amos... no como hombres". No que personas o mujeres que vivimos
agradando todo el tiempo, sino como siervos de Cristo” (Efesios
6:5-6). Cuando vea esto como la voluntad de Dios para su trabajo,
transformará su actitud en el lugar de trabajo y tendrá un impacto
increíblemente positivo en todos los que lo rodean.
Es importante saber y reconocer la importancia del
trabajo, la importancia de ser productivos, de ser laboriosos, responsables,
trabajadores.
En mi vida he tenido muchos “llamados”. Uno de ellos
incluía ser llamado al ministerio. Pero, al igual que el apóstol Pablo,
que era tanto misionero como fabricante de tiendas de campaña, también fui
proveedor para mi familia como farmacéutico, reservista del ejército, vendedor
de productos farmacéuticos y pastor. Veía todos estos trabajos como
llamados de Dios y como la voluntad de Dios para ser proveedor y cumplir con
mis responsabilidades.
Mucho antes del primer bocado de fruta de Adán y Eva,
somos testigos de la obra de Dios en la creación del universo y en cada área. En
Génesis 1:1, nos encontramos con Dios marcando el reloj, por así decirlo, como
un trabajador: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.
Finalmente, cuando se completó la obra, en el séptimo día
Dios “descansó de toda la obra que [Él] había creado y hecho” (Génesis 2:3).
Dios es el mejor ejemplo de trabajo, de esfuerzo, de excelencia y de orden.
Después de que Adán y Eva fueron creados, Dios les dijo:
“Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla; y
señoread en los peces del mar, en las aves del cielo, y en todas las bestias
que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1:28). ¡Eso me suena a trabajo!
Dios nos creó, tanto a hombres como a mujeres, para ser
trabajadores. Sabe que nuestra constitución física, emocional, social y
mental prospera con el trabajo y la creatividad. Puedes ir a trabajar con
una actitud que dice: "¿Qué puedo poner u ofrecer en esta organización o
trabajo?" Esta actitud busca mejorar la organización, cultivando un
ambiente de trabajo saludable en el que se ayude a otros a vivir vidas más
satisfactorias. Si ese es su objetivo, entonces traerá gloria a Dios al
cumplir el papel de un siervo cristiano trabajador, el papel al que el Señor lo
ha llamado.
Como mujeres seamos sabias, si estamos en el hogar,
trabajemos con amor, tengamos todo en orden y seamos de bendición a quienes nos
sostienen y honremos a Dios. Las que trabajamos fuera de casa, seamos
valientes, sumisas, respetuosas y sometidas a nuestras autoridades laborales
como si todo lo que hagamos sea para El Señor. Esto lo podemos agregar a
nuestro trabajo educativo también.
Amada hermana y amiga,
queridas lectoras, te ánimo y te invito a orar un momento, reflexionar que
tienes que poner en orden para seguir la voluntad de Dios que es ser productiva
como la mujer de Proverbios 31. Por favor orar en la quietud de tu espacio
donde adoras a Dios todos los días.
Dios, sé que, al buscarte y trabajar con esfuerzo, puedo
estar segura de que estoy en Tu voluntad. Elijo trabajar de todo corazón y
honrar a mis "maestros", honrar a mis autoridades, porque le honro a usted
y quiero honrarle a usted, mi Maestro Supremo. En el Nombre de Jesús. Amén.
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Quiero recomendarles los
siguientes libros que pueden solicitar por correo por favor luego, coordinamos
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Cepeda Correo: viviendoporprincipiosyfe@@gmail.com
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Ustedes experimentarán una
verdadera satisfacción a medida que toman medidas para marcar la diferencia en
el lugar de trabajo, en el hogar, en la iglesia y en su comunidad.
PARA REFLEXIONAR:
¿Estoy trabajando esforzadamente en mi trabajo actual y
lo estoy tratando como mi vocación? ¿Cómo puedo ayudar a otros en mi lugar
de trabajo? Como hacer todo con excelencia?
RECUERDA:
Ir a trabajar con la actitud de pregunta: "¿Qué
puedo poner en esta organización o trabajo?" ¿Cómo puedo aportar? ¿Qué
puedo aportar? ¿Cómo servir mejor? ¿Cómo mejorar o que puedo mejorar?
Evelin Calcaño Cepeda
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