El egoísmo
es ser inmoderado y tener un excesivo amor que uno tiene así mismo y que le
hace atender desmedidamente a su propio interés. El egoísmo es lo contrario a
interés, generosidad, altruismo por los demás, sin interés. Quiero concentrarme
un momento en la palabra altruismo que es antónimo de egoísmo. Una persona
altruista es una persona que tiene una actitud que se esfuerza en hacer el
bien, que trabaja o gasta dinero o tiempo en ayudar a otros sin esperar nada a
cambio.
En este estudio veremos el egoísmo desde el punto de vista sicológico/secular y Bíblicamente. Al verlo Bíblicamente podemos confiar en Dios para que nos ayude a cambiar ese sentimiento que es llamado pecado y que nos impide pensar en los demás con amor genuino.
En otro
pasaje cuando Jesús dice aquello de que quien ama su vida la perderá y quien
odia su vida, por amor a Mi, la salvará, justamente se refiere al verdadero
amor y al egoísta que hace que nos amemos de modo desordenado o sea más que a
Dios y ese amor desordenado de nosotros mismo nos llevará a perder la vida que
es la vida eterna y a no amar a los demás y a no tratar a los demás como
superiores a nosotros mismos.
A continuación,
les copio algo que tomé de la página web que se llama “El Sembrador”, El Sr. Fulton Sheen describe como somos en realidad y
lo que nuestro egoísmo nos hace creer que somos.
Veamos a
continuación lo interesante del Ego y la diferencia del Yo:
El
«Ego» y el «Yo»
“El
extraño caso del Dr. Jekylly de Míster Hyde” es la historia de todo hombre
nacido de mujer, porque dentro de cada uno de nosotros viven dos de nosotros
mismos: el “Ego” y el “Yo”; el que aparece exteriormente y el que es; el hombre
que trata con otros hombres y el hombre desconocido para todos los demás.
El ego es
lo que pensamos que somos; el yo es lo que, en realidad, somos. El ego es
el niño consentido: egoísta, petulante, alborotador y mimado, el origen de
nuestros errores en la vida. ¡El yo es nuestra personalidad hecha a imagen y
semejanza de Dios!
Las vidas
de nuestros dos nosotros mismos no pueden ser vividas simultáneamente. Si
pretendemos e intentamos hacerlo, sufriremos remordimientos, ansiedades y
descontento interno. Si la verdadera libertad se ha de hallar dentro de
nosotros mismos, el ego debe ceder al nacimiento de nuestra propia
personalidad. Pero es un compañero tan familiarizado, para algunas personas,
que no puede ser fácilmente dejado de lado, y no hay provecho ninguno en
decirles que el superficial ego no tiene lugar legítimo en su interior. Lo
mismo que la capa de arcilla de las fundiciones, el falso ego debe ser
arrancado, separado y arrojado, y es éste un proceso que implica desasimiento,
dolor, y que causa cierta indignación.
Cuando el
ego domina nuestra vida, vituperamos pequeñas faltas en los demás y excusamos
grandes errores en nosotros mismos; vemos la paja en el ojo ajeno e ignoramos
la viga en el nuestro. Veamos: Lucas 6:41-42, vemos que somos injustos con los
demás y negamos que haya falta en nuestra actitud; otros hacen lo mismo con
nosotros y decimos que debieran conocer mejor las cosas. Odiamos a otros seres
y a ese odio lo calificamos de “celo”; halagamos a otras personas teniendo en
cuenta lo que pueden hacer en nuestro favor, y a esto lo llamamos “amor”; les
mentimos, y esas mentiras las justificamos denominándolas “tacto”. Somos
remisos, que quiere decir que ponemos poca voluntad o disposición en hacer una
cosa, para defender en público los derechos de Dios, y a eso lo calificamos
como “prudencia”; procediendo egoistamente hacemos a un lado a otros seres, y
esa actitud es ante nuestros ojos “procurar nuestros justos derechos”; somos
severos críticos de los demás y decimos que “enfrentamos valientemente los
hechos”; nos rehusamos a abandonar nuestra vida de pecado, y a cualquiera que
así procede lo tildamos de “escapista”. Nos cuidamos excesivamente y decimos
“cuidar la salud”; juntamos más riquezas de las que son necesarias para nuestra
situación en la vida y decimos procurar la “seguridad”; nos causa disgusto la
riquezas de los demás y nos vanagloriamos de ser “defensores de los
sumergidos”; negamos inviolables principios de justicias, nos aseguramos con
toda firmeza en el aire y decimos ser “liberales”. Empezamos nuestras frases
con el pronombre “Yo”, y condenamos a otras personas como inaguantables, porque
desean hablar acerca de sí mismas, siendo así que nosotros deseamos hablar
acerca de nosotros; arruinamos la vida familiar por medio del divorcio, y decimos
que nos es preciso “vivir nuestra vida”; creemos ser virtuosos...simplemente
porque hemos encontrado a alguna otra persona más juiciosa, supuestamente, que
al final puede resultar viciosa.
Es mi
recomendación, deseo y advertencia estar alertas y en oración para no caer en
el pecado del egoísmo ni el egocentrismo. Busquemos el bien de los demás, sin
descuidar nuestra persona. Preparémonos bien siempre para servir, procuremos
nuestra estabilidad y la estabilidad de los demás.
Veamos
algunas Citas Bíblicas para nuestra edificación, para obedecer y como
aplicación práctica para nuestras vidas.
·
El amor es paciente, es bondadoso. El amor
no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es
egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.
·
No hagan nada por egoísmo o vanidad; más
bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
Filipenses
2:3 | NVI
·
Que nadie busque sus propios intereses
sino los del prójimo.
·
Porque donde hay envidias y rivalidades,
también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.
·
El que es generoso prospera;
el que reanima será reanimado.
el que reanima será reanimado.
·
Cada uno debe agradar al prójimo para su
bien, con el fin de edificarlo.
·
Al necio no le complace el discernimiento;
tan sólo hace alarde de su propia opinión.
tan sólo hace alarde de su propia opinión.
·
El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti
mismo.” No hay otro mandamiento más importante que éstos.
·
Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes
se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar
a ser sabio.
·
Inclina mi corazón hacia tus estatutos
y no hacia las ganancias desmedidas.
y no hacia las ganancias desmedidas.
·
Sin embargo, considero que mi vida carece
de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el
servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del
evangelio de la gracia de Dios.
·
He sido crucificado con Cristo, y ya no
vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por
la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
·
Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos.
—Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo—, que se niegue a sí mismo, lleve
su cruz y me siga.
Para
concluir hagamos una revisión de las diferentes áreas de nuestra vida, en lo
material regalemos, obsequiemos algunas cosas, en lo emocional y espiritual, despojémonos
de cualquier sentimiento que no sea de Dios en nuestra vida, oremos, pidamos perdón
y pidamos perdón a otros si hemos sido egoístas y si hemos faltado en algo
hacia otras personas. Oremos a Dios y
tengamos un tiempo especial de ofrenda a Dios por sus misericordias y por
hablar a nuestras vidas. Debemos apartarnos del egoísmo.
Evelyn Calcaño Cepeda
Consultora Educativa, M. Ed.
Consejera Certificada
Telefono: 1-829-968-9436
República Dominicana
Salmos 103
************************
Evelyn Calcaño Cepeda
Educational
Consultant, M. Ed.
Certified Counselor
Blog: fundacionviviendoporprincipiosyfe.blogspot.com
Telephone: 1-829-968-9436
Dominican Republic
Psalms 103
Certified Counselor
Blog: fundacionviviendoporprincipiosyfe.blogspot.com
Telephone: 1-829-968-9436
Dominican Republic
Psalms 103
Comentarios
Publicar un comentario