¿Diría la gente que eres una mujer que tiene contentamiento? ¿Qué estás satisfecho con lo que tienes? Si estás buscando un ejemplo de una mujer que tiene contentamiento y que está contenta con su condición, veamos 2 Reyes 4 nos presenta a una mujer así. La Biblia solo se refiere a la "Mujer Sunamita". Esta persona sin nombre es una imagen de alegría.
Esta generosa dama era de un pueblo llamado Sunem. Era una persona
acomodada, cariñosa y generosa que utilizó sus recursos para ayudar a Eliseo,
uno de los profetas más grandes del Antiguo Testamento, proporcionándole
alojamiento y comida. Cuando Eliseo le preguntó qué podía darle para pagar
sus muchas bondades, ella dijo: "Yo habito entre mi propia
gente". En otras palabras,
"tengo todo lo que necesito".
La mujer Sunamita ayudó a Eliseo porque sintió una necesidad, no por
motivos egoístas. Eliseo recompensó su hospitalidad: como no tenía hijos,
profetizó que tendría un hijo en un año. Y sucedió tal como dijo
Eliseo.
VEAMOS SU DOLOR DE CORAZÓN: 2 REYES 4: 18-21
Años más tarde, el hijo de la mujer Sunamita se enfermó mientras ayudaba a
su padre en el campo y luego murió en el regazo de su madre. Ella lo llevó
a la cámara del profeta, cerró la puerta y se fue a buscar a Eliseo.
Esta mujer de fe le pidió a su esposo un burro para viajar siete millas
hasta el Monte Carmelo para encontrar a Eliseo. Cuando el criado de Eliseo
preguntó acerca de su familia, ella respondió: "Está bien" (v.
26). Solo cuando cayó a los pies de Eliseo le habló de su hijo. Abrió
su corazón y derramo su corazón delante del profeta Eliseo.
SU FE RECOMPENSADA: 2 REYES 4: 32-37
Cuando Eliseo llegó a su casa y entró en la habitación donde yacía el niño
muerto, cerró la puerta, oró al Señor y se acostó dos veces cara a cara sobre
el niño hasta que se restauró la vida del niño. Luego presentó al niño
vivo a su agradecida madre.
Esta mujer comprendió el contentamiento, el servicio y la gracia de Dios y
mostro servicio. Que tú también
extiendas tu bondad a los demás sin esperar nada a cambio. Que te deleites
con lo que ya tienes. Puede mirar su situación y su lugar de residencia y
decir: "Tengo todo lo que necesito".
Ella no tenía hijos, pero estaba contenta con su situación. ¡Qué gran
modelo! La Biblia dice que “gran ganancia es la piedad acompañada de
contentamiento” (1 Tim. 6:6). Los dos van de la mano. Una persona que camina con Dios podrá decir:
"¡Si Dios no lo ha provisto, no lo necesito!"
PARA ORAR
Padre, estoy tan ricamente bendecido por ti. Perdóname por las veces
que me concentro en lo que me falta en la vida perdóname por mi falta de
gratitud y por quejarme. Como la mujer Sunamita, quiero conocer y
experimentar paz, abundancia y gozo mientras me enfoco en todo lo que Tú has
provisto. Gracias por Su provisión, por cubrir mis necesidades, dame un corazón
humildad, un corazón lleno de gratitud. Ayúdame a ser diligente en bendecir, en
trabajar para suplir mis necesidades, en trabajar para ayudar a otros, para
ofrendar y bendecir. En el Nombre de Jesús. Amén.
RELFEXIONAR
Sea sensible a las necesidades de los demás. ¿Qué tan consciente eres
de aquellos que pasan por tu hogar y fluyen por tu vida, especialmente aquellos
que enseñan la Palabra de Dios?
RECUERDA
Jesús dijo
que servir a los demás es tan simple como dar un vaso de agua fría a una
persona sedienta. (Mat. 10:42).
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Evelyn Calcaño Cepeda
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